Canadá, la frontera interior
Entre el tópico y la realidad, se dice que Canadá es uno de los países más seguros y tranquilos del mundo, un remanso de paz al norte del imperio norteamericano en el que, por supuesto, nada es tan simple: nación con inquietudes nacionales diversas en su interior, frontera de paso entre el norte helado y el sueño americano, campo de batalla para las guerras lingüísticas, Canadá es mucho más que sus lagos, alces y policías montados (aunque con todo esto muchos ya tendrían bastante).
Hoy nos trasladamos al lejano y feliz norte con Altaïr Magazine. Canadá, la Europa de América, vista a través de los ojos del cine.
Atom Egoyan, uno de los directores canadienses más respetados del panorama, retorna a sus raíces armenias para denunciar el genocidio que su pueblo sufrió a manos de los turcos, un genocidio que, aún a día de hoy, jamás ha sido reconocido por el gobierno de Turquía y que supuso una de las primeras masacres raciales del mundo moderno. Un elaborado juego de muñecas rusas en las que Egoyan manipula la forma y se alía del metalenguaje para armar un discurso que traspasa la denuncia y también se convierte en una reflexión sobre la naturaleza de la verdad y la representación artística. La experiencia personal de Egoyan resulta fundamental para retratar lo que supone ser un inmigrante en el país más progresistas de la América del Norte.
Seguimos con las fronteras y la inmigración, esta vez desde Canadá a Estados Unidos. Considerada por Quentin Tarantino como una de las mejores películas de la década y elegida por algunos críticos de Sight and Sound como una de las grandes películas de todos los tiempos, "Frozen River" es una película dramática sobre la entrada de inmigrantes ilegales desde Canadá a Estados Unidos a través de una reserva de indios mohawk. Cuando su marido la deja llevándose el dinero para pagar la entrada del nuevo hogar de sus sueños, Ray debe coger el toro por los cuernos. Para volver a tener dinero para una entrega de Navidad, se une a una contrabandista india mohawk, Lila Littlewolf, y las dos empiezan a hacer viajes a través del helado río St. Lawrence llevando a inmigrantes chinos y paquistaníes ilegales en el maletero del Dodge Spirit de Ray. Normalmente Lila no “trabaja con blancos,” pero ha sido rechazada por la tribu por sus actividades ilegales y nadie quiere venderle un coche. Cine de mujeres con todas y cada una de sus letras.
Con una consolidada educación pública, los canadienses han conseguido formar a una población altamente cualificada que se cuenta entre las más educadas del mundo. Solo el 8% de sus habitantes acuden a escuelas privadas, un profundo contraste con nuestra situación nacional, en el que el porcentaje se eleva a más del 30%. En este contexto se engloba "Profesor Lazhar", uno de los grandes éxitos comerciales de 2011 así como un cruce casi perfecto entre "El club de los poetas muertos", "Welcome" y "La Clase". Bachir Lazhar, de 55 años y origen argelino, es contratado como sustituto de un maestro de primaria que ha muerto en trágicas circunstancias en una escuela de Montreal. El carisma y la forma muy particular de enseñar del profesor Lazhar resultarán fundamentales para sacar adelante el curso y cambiar la vida de sus jóvenes alumnos.
Y de la educación a su sistema sanitario. A pesar de ofrecer a sus ciudadanos cobertura universal, lo cierto es que las autoridades canadienses se han visto en un apuro para resolver problemas como el envejecimiento de la población y la saturación de sus hospitales. En "Las Invasiones Bárbaras" se ofrece una crítica que funciona en doble sentido, hacia el capitalismo pero también al socialismo, representados por Estados Unidos y Canadá, respectivamente. Ni todo es tan bonito en la sanidad universal ni tampoco en un sistema despiadado que tan solo cubre a una parte privilegiada de la población. Y precisamente este espíritu crítico y mala baba la que llevó a "Las Invasiones Bárbaras" a ser una de las películas más destacadas de su año para la cinematografía canadiense, y es que llegó a ganar el premio a Mejor Guión Original y Mejor Actriz en Cannes, un buen número de premios César así como el Oscar a la Mejor Película Extranjera y el honor de ser una de las 10 mejores películas que ha proyectado el Festival de Toronto. Casi nada.
"Mi gran aventura sexual" es una comedia romántica y sexy sobre la torpeza de un despertar sexual tardío, pero también el curioso viaje iniciático de conocimiento personal de Jordan Abrams, un contable de Winnipeg, al cual el mundo se le viene abajo cuando Rachel, su novia de toda la vida, rechaza su propuesta de matrimonio. Frustrada y totalmente insatisfecha con su vida sexual, Rachel de pronto decide cortar con Jordan, lo que lleva a éste a arriesgarse a buscar una experiencia sexual que necesita desesperadamente. El contable, empeñado en llegar hasta donde sea necesario para recuperar a Rachel, se va a Toronto y allí conoce a Julia, una stripper sexualmente liberada pero muy cauta con sus sentimientos que aspira a ser cocinera y cuyo estilo de vida bohemio la ha metido en un grave aprieto financiero. Jordan y Julia llegan a un acuerdo muy peculiar: él la ayudará a superar su irresponsabilidad fiscal y a poner en orden su vida, a cambio de que ella le guíe en su búsqueda de educación sexual. Jordan no tarda en verse arrastrado hacia un mundo desconocido de salones de masaje, travestismo y sadomasoquismo. Con cada noble intento de demostrar su valía ante Rachel, sin darse cuenta va empeorando la situación de su relación.
OTROS VIAJES
1. Del Japón clásico al Tokio poliédrico.
2. Viaje interior por la América Profunda.
4. Inglaterra, Irlanda y el Cine: Triángulo de Amor Bizarro.
5. Hacia lo Salvaje: Las Antípodas
6. Trash y poesía en Corea del Sur
7. Filipinas y sus hijos indomables