La Primavera llega a Egipto
Desde que un 25 de Enero se iniciara la revolución egipcia, originada en la Plaza de Tahrir, el mundo pareció cambiar: Las plazas de todas las grandes capitales del planeta se llenaron para protestar y apoyar el movimiento social del pueblo egipcio. De esa Primavera Árabe surgieron movimientos tan fructíferos como el 15M u Ocuppy Wall Street, que han acabado por concienciar a la población de sus respectivos países.
Todo el mundo parece haberse transformado menos la propia Egipto. La plaza de Tahrir, renombrada Plaza de la Liberación, ha visto pasar un nuevo gobierno formado por fanáticos religiosos, que coartaban todos esos derechos que el pueblo supuestamente pedía. Ha visto de nuevo protestas ciudadanas, sofocadas de nuevo por un golpe de estado militar. Una revolución tan transgresora que se ha pasado de revoluciones para volver al mismo sitio. En medio de este bucle constante, se encuentran millones de mujeres, luchando cada día por tener un papel importante e igualitario en la sociedad.
Mujeres tenaces en conseguir sus sueños e incluso combatientes, que no dudan en tomar la justicia por su mano para conseguir sus derechos. En filmin, con la colaboración de Altaïr Magazine rendimos un homenaje a esas mujeres valientes y a esa fallida revolución, que fracasó, pero que inspiró profundamente a millones de personas en todo el planeta.
Un desafío a la sociedad patriarcal protagonizado por un grupo de mujeres independientes, convertidas en diosas por esos mismos hombres, que, fuera del local de baile, las infravaloran y subestiman. Bailarinas de clubs, bodas y fiestas, que no se mueven por los grandes círculos del glamour, el éxito o el reconocimiento, sino que representan al erotismo y la sensualidad de los barrios bajos del El Cairo, atrayendo todas las miradas lujuriosas, de los que se consideran los verdaderos dueños de la sociedad. Pero en este documental, la vida es real, y a veces una madre tiene que hacer de padre y ejercer ese odiado patriarcado sobre sus hijas, tan expuestas y vulnerables al ilimitado control que ejercen los hombres. Con la ventana que nos ofrecen la pareja de cineastas Isabelle Lavigne y Stéphane Tribault, espiamos un círculo familiar lleno de sueños, motivaciones y sobreprotección, inundada con la oscuridad de la noche del El Cairo, sus colores y su erotismo de serie B.
Ruptura contundente de los roles de la mujer en la sociedad en este film de Yousry Nasrallah en la que las mujeres adoptarán una posición importante en el ámbito laboral a través de cuatro historias personales con distintos puntos de vista. Algunas mujeres son fuertes, otras más frágiles, pero la sociedad egipcia, claramente machista, las trata con igual desdén. Mediante su trabajo y esfuerzo cada una de ellas tratará de hacerse un hueco en el mundo. Hebba, una periodista de un medio de televisión, utilizará su programa para hablar de historias femeninas para concienciar a la población y abrirle los ojos sobre la importancia de la mujer en Egipto. Hebba sufrirá las presiones e intentos de desprestigio por parte de la gente con poder, que harán replantearse si de verdad tiene la fortaleza suficiente para ser entandarte de la lucha por la igualdad de la mujer. En una nación islámica en la que la mujer aún no tiene la suficiente importancia que se merece, esta crítica al patriarcado abre una puerta que los países occidentales creemos haber superado hace décadas, pero, que al ser revisada con lupa, mantiene puntos en común con un país que aún necesita quitarse el velo de los ojos.
Una oda a la mujer guerrera y valiente en un mundo adverso, en el que los hombres, motivados por su superior condición en el país islámico, creen tener impunidad. A las mujeres egipcias no les es necesario un traje de superheroína, ni épicas consignas para convertirse en modernas amazonas en busca de justicia e igualdad. Cuando una de las muchas mujeres acosadas de Egipto clava un cuchillo en la ingle a uno de sus agresores, se convierte en una especie de antiheroína que despierta al mismo tiempo admiración y temor en todo el país. Un problema tremendamente grave que permanece prácticamente oculto en los medios de comunicación, y que sucede no solo en Egipto, también en otros países árabes, la India, e incluso en países más desarrollados como Japón.
Mohamed Diab se implica de lleno en este conflicto para demostrarnos como la desesperación y la falta de apoyos obligan a muchas personas a tomarse la justicia por su mano, aunque sepan que esa no lo es la mejor solución. Una temática cruda que, en el cine nipón sería tratado con frivolidad y como material de serie B gore, en este caso, Diab maneja el tema con tacto y delicadeza pero al mismo tiempo con la dureza que genera un problema como el acoso sexual en un país que todavía estaba cultivando las semillas de la Primavera Árabe.
Egipto no es tan complicada si eres un turista. Descubrir el exotismo y la magia del país es la parte obligada de cualquier peregrino de la curiosidad. La experiencia aumenta el conocimiento y eso lo sabe muy bien Juliette, una editora de una revista de moda que por las circustancias políticas del país se queda aislada en Egipto. Para salir adelante contacta con un amigo de su marido que le guiará por las encantadoras callejuelas de la milenaria ciudad, mostrándole los insólitos rincones, olores y costumbres de la capital egipcia. Como una tormenta de arena, el amor sumergirá el viaje de Juliette despertando en ella sentimientos que solo un país con una mitología tan simbolista puede revelar. En un lugar sacudido por los conflictos sociales -para bien o para mal- los visitantes aún permaneces ajenos a ese caos, disfrutando de las maravillas que, aunque los extremistas se esfuercen por destruir, el país es capaz de ofrecer a todos aquellos que quieran comprender los primeros orígenes de las civilizaciones, porque entender el pasado es comprender el presente.
Despertaron los millones de egipcios hartos de la corrupción, la pobreza y la injusticia generadas por la dictadura de Mubarak, y con ellos despertó el resto del mundo. La “Generación Facebook” como se llamó a los manifestantes de la Plaza de Tahrir que se reunieron el 25 de Enero, sirvió de inspiración a millones de personas desencantadas con la situación social y política de su país. Buscaban un cambio que llegó, pero que por las malas decisiones posteriores de sus ciudadanos no acabó de funcionar, y de nuevo se regresó al principio. El hiperrealista documental nos muestra todos los movimientos, esfuerzos y obstáculos a los que estos millones de indignados se tuvieron que enfrentar, hasta derrocar una dictadura de más de 30 años. El mensaje de justicia se quedó en papel mojado, pero no significa que no haya calado en la población del pueblo egipcio, concienciada socialmente mucho más que nunca, y que contagió a numerosos países que se unieron en su lucha y la hicieron como propia. La primavera ha llegado a las calles para quedarse.
OTROS VIAJES
1. Del Japón clásico al Tokio poliédrico.
2. Viaje interior por la América Profunda.
4. Inglaterra, Irlanda y el Cine: Triángulo de Amor Bizarro.
5. Hacia lo Salvaje: Las Antípodas