Desde la India a las Estepas de Mongolia
De la tranquilidad de la estepa mongola al frenetismo de las calles de Bombay y Nueva Delhi. Nos adentramos en julio, acompañados de una abrasadora ola de calor, y recuperamos nuestra colaboración con Altaïr Magazine para recorrer dos de los países más diametralmente opuestos de toda Asia: Mongolia e India.
Tradicionalmente asociada a Occidente, y por lo tanto a la mayoría de las ficciones cercanas a nosotros, con una cierta idea del exotismo y lo mágico, India en realidad es mucho más: tradiciones milenarias conviven con problemas socioeconómicos, paisajes de ensueño con redes criminales, y una búsqueda de libertad nacional con el legado histórico dejado por el imperio británico. País de contrastes, y de aventuras: algunos de los mejores filmes exóticos fueron filmados aquí, y su condición de paraíso cercano al triste y gris Occidente ha propiciado que muchos europeos sigan recurriendo a ella como lo que fue durante mucho tiempo: la joya de la corona.
EL TIGRE DE ESNAPUR Y LA TUMBA INDIA
Y quién mejor para representar esta fascinación occidental por el exotismo de la India que el alemán Fritz Lang y su magnífico díptico de aventuras conformado por "El Tigre de Esnapur" y "La Tumba India". En ambas partes asistimos a las relaciones entre un triángulo compuesto por un arquitecto europeo, el maharajá del ficticio reino de Esnapur y el objeto del amor de ambos, una bella bailarina. Cuando ésta elige al arquitecto, el maharajá entra en cólera y ordena que ambos sean perseguidos en su huida por el desierto del que difícilmente saldrán con vida. Dos de los títulos más fundamentales del genio de Lang.
De la opulencia y el exotismo pasamos a una cruda historia real que narra la vida de Phoolan Devi, una mujer india que desafió las normas preestablecidas, huyó de su marido y se unió a una banda de bandidos con los que luchó contra la desigualdad. India en su forma más pura. Una eterna lucha de clases que está lejos de acabar en un país en el que sigue existiendo un profundo contraste social alimentado por tasas de analfabetismo intolerantes. La lucha de Phoolan Devi debe continuar.
Pan Nalin, el director de Samsara, firma con "Ayurveda: el arte de vivir", un maravilloso documental que nos demuestra que hay otra forma de vivir en nuestro mundo. Ayurveda es el nombre que recibe la ciencia de vida y el arte de la curación; el lugar donde cuerpo, mente y espíritu tienen la misma importancia. Este viaje de miles de kilómetros a través de la India y de otros países se torna en único y poético viaje, donde encontramos a importantes médicos o simples aldeanos que viven en armonía con la naturaleza y según los principios de la Ayurveda en la era global del Internet y la energía nuclear.
¿Y por qué se caracteriza el cine indio si no es por Bollywood? El contrapunto recargado y profundamente kitsch del cine norteamericano. Bailes imposibles, canciones delirantes y un color que sigue recordando a la época dorada de Hollywood. Es por ello que no podía faltar en nuestra selección de títulos, y más aún con "Gangs of Waseypur", una historia de más de cinco horas de duración y dividida en dos partes, sobre 3 generaciones de una misma familia. Anurag Kashyap, considerado el ‘padrino’ del cine independiente hindú, dirige una obra maestra del cine de gánsteres, a la altura de los grandes clásicos de Coppola y Scorsese, y que revoluciona el concepto preestablecido del cine de Bollywood.
Seguimos en la senda de Bollywood con la segunda película más taquillera de su historia. Una suerte de cruce entre "Sr. y Sra Smith" con las mejores escenas de acción de la Saga Bourne. India saca pecho y demuestra que en sus fronteras también se hace buen cine de acción.
Dejamos el frenetismo para sumergirnos en la harmonía. Mongolia, país perdido entre estepas y montañas, restos de aquel imperio que gobernó gran parte de Oriente allá por el siglo XIII, actualmente una nación dividida entre aquella gran parte de la población, que vive en las ciudades, y otro sector que se dedica a pastorear esas enormes extensiones de terreno que el cine ha acabado por convertir en míticas. De un lado mirando hacia su glorioso pasado y de otro observando un presente y futuros que se presentan apacibles (por el momento), Mongolia es un enorme territorio a descubrir, ya sea cinematográfica como geográficamente. La tierra de Genghis Khan, uno de los grandes conquistadores, y asesinos, de la historia, sigue prácticamente igual a cómo la dejó. Las estepas mongolas permanecen imnutables al paso del tiempo, convirtiéndolas en un destino ideal para reencontrarse con un mundo del pasado. Brutal, despiadado, pero intrínsecamente bello.
Empezamos con una de estas historias nómadas, esta vez protagonizadas por tres amigos Bilike, Ergoutou y Dawa. La inocencia y el hermetismo de Mongolia al mundo queda retratada a la perfección cuando estos niños encuentran una pelota de Ping Pong en un arroyo. La abuela de Bilike opina que es una perla enviada por los dioses. Los niños esperan la llegada de la noche para ver si el objeto brilla... Ni siquiera los sabios lamas que viven en el lejano monasterio saben descifrar el misterio. La fortuita llegada de un televisor a casa de Dawa les permite saber que su extraño objeto es, nada más y nada menos, la pelota oficial de China. Los jóvenes amigos emprenden un largo viaje para devolver a Pekín la pelota de ping pong..
Volvemos a explorar el contraste de culturar con "Urga, el territorio del amor", una película que bebe del espíritu de "Dersu Uzala" de Kurosawa pero dirigida por uno de los grandes de la cinematografía rusa, Nikita Mikhalkov, ganador del León de Oro en Venecia por esta misma película. La rusa y la mongola han sido dos culturas profundamente conectadas a lo largo de los siglos. Una relación de amor-odio que ha implicado invasiones e historias de amistad en uno de los territorios más vastos e inexplorados del planeta.
Otra de las grandes fronteras mongolas, China, otro país con el que ha tenido sus más y sus menos históricamente, y que llevó a China a construir su gran muralla para tener a los invasores mongoles, liderados por Genghis Khan, fuera de sus fronteras. Como no puede ser de otra manera, el cine se ha encargado en numerosas ocasiones de retratar tan milenaria relación, como es en el caso de "Sueños del desierto", la historia de un pueblo perdido en la árida estepa de Mongolia que se enfrenta al éxodo de todos sus habitantes.
LA HISTORIA DEL CAMELLO QUE LLORA
Pero no solo los humanos habitan en la extensa estepa. Esta es la aventura de otra familia de nómadas del desierto de Gobi, la de una madre camella y su recién nacido, al cual esta rechaza. Los habitantes del pueblo tendrán que movilizarse para conseguir que ésta le acepte y así poder beber su leche materna, fundamental para la supervivencia del pequeño. Para ello, preparan un legendario ritual que deberá hacer llorar a la madre camello.
Volvemos al pasado, con un pie en la Historia y otro en la leyenda guerrera, así se yergue este ambicioso proyecto que narra la vida del emperador de los mongoles, Genghis Khan, y que el realizador ruso Sergei Bodrov recrea con un fascinante sentido de la épica, un espectacular diseño de producción y un excelente reparto, encabezado por el popular actor japonés Tadanobu Asano.
OTROS VIAJES
1. Del Japón clásico al Tokio poliédrico.
2. Viaje interior por la América Profunda.
4. Inglaterra, Irlanda y el Cine: Triángulo de Amor Bizarro.
5. Hacia lo Salvaje: Las Antípodas
6. Trash y poesía en Corea del Sur