10 campos de batalla que se llevan "Hasta el último hombre"
"Mientras otros estén quitando vidas, yo las estaré salvando" Esas son las palabras de Desmond Doss, el médico militar protagonista de "Hasta el último hombre" la última película de Mel Gibson basada en hechos reales y que desde ya podéis disfrutar en Filmin. El laureado film de Mel Gibson refleja la experiencia de Desmond Doss durante la sangrienta Batalla de Okinawa, un médico que decidió unirse al ejército y se negó a empuñar ningún tipo de arma. Su compromiso con sus ideales le llevó a cumplir esa máxima al mismo tiempo que se comprometió con sus compañeros y salvó las vidas de aquellos que las arriesgaban a cambio de nada. A través de personajes como Desmond, los directores nos acercan a los peores y más cruentos campos de batalla para narrarnos relatos sobre la vida humana al borde de la muerte en toda clase de registros y estilos.
En Filmin apostamos por historias como la de Desmond Doss en "Hasta el último hombre", y por ello os llevamos a diez campos de batalla recreados por grandes cineastas que, en cierto modo, salvaron las vidas de algunos de sus personajes al hacerlos inmortales dentro de la gran pantalla.
¿Quién dirige la operación?: Mel Gibson, ese hombre más polémico que tu abuela en una tienda vegana, vuelve a la dirección tras unos vericuetos legales y desafortunadas declaraciones que serían el material idóneo para otra de sus películas. Este comandante regresa para dirigir una batalla trepidante y visceral, y no las que te montas tú con tus Warhammer.
¿Cuál es el campo de batalla?: La Batalla de Okinawa, 85 días de carnicería y sinsentido bélico en 1945 donde los americanos lucharon para hacerse con un enclave estratégico para asegurar su éxito en la llamada Operación Iceberg. Más de 13.000 soldados norteamericanos muertos y 110.000 bajas japonesas hablan de uno de los episodios más violentos de la Guerra del Pacífico.
¿Quién es el Recluta Patoso?: Desmond Doss, interpretado por Andrew Garfield. Un objetor de conciencia que no disparó una sola bala durante el conflicto, pero que asistió a sus hermanos de sangre en calidad de médico militar, hecho que le valió la Medalla de Honor del Congreso. Parece que Garfield sustituyó las telarañas por las vendas y los rascacielos por las palmeras de Okinawa, y el mismo año que se puso bajo las órdenes de Scorsese en "Silencio" ofrece este tour de force dramático. Patoso no es desde luego, ya demostró que las acrobacias y saltos imposibles se le dan bien.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas? Porque es Mel Gibson, le va eso de exponer a hombres a un purgatorio eterno de dolor, sangre supurando y lágrimas de dulce agonía. William Wallace despedazado y desgañitándose contra el Brexit, un maya escapando de bestias y hombres más peligrosos que los estampados vintage y el propio Cristo en su pasión no gavilanesca cargando una cruz más pesada que la de tus kilos antes de la operación bikini.
Escala Home Theater: Nivel Besaparades, sube el volumen hasta que los portarretratos de tu comunión reboten y besen las paredes y tus vecinos piensen que por fin has encontrado pareja.

¿Quién dirige la operación?: Sergey Mokritskiy - cuidado no te atragantes al intentar decirlo, Sergi para los colegas- debuta en la dirección con este relato bélico absolutamente espectacular en su recreación histórica y coreografía en escenas de batallas de francotiradores en las que aguantarás la respiración tanto o más que la protagonista a punto de efectuar un certero disparo.
¿Cuál es el campo de batalla?: La acción nos traslada al teatro de operaciones soviético, donde se vivieron algunos de los episodios de la 2º Guerra Mundial más extremos y agónicos, y no solo un frío tipo pueblo de Teruel. La lucha por la supervivencia, los nervios de acero y las horas muertas en efímeras trincheras acabaron con los nervios de decenas de miles de combatientes.
¿Quién es el Recluta Patoso?: De patosa nada, Lyudmila Pavlichenko fue una soldado que se alistó en 1941 y se convirtió en una de las francotiradoras más temidas por el ejército alemán. Tuvo que hacer frente a hordas de soldados alemanes, al frío, al amor en tiempos de guerra y al machirulismo inherente al contexto. Ella sí que sabe derribar tus defensas con un tiro de gracia.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Porque probablemente sea la producción bélica más ambiciosa y endiabladamente buena sobre el frente soviético desde "Stalingrado". Y porque funciona como drama bélico, como cine de acción, como historia de amor y como muestra de empoderamiento femenino. Francotiradores de balas y emociones, qué bien suena.
Escala Home Theater: Nivel Niño Rata, si subes el volumen cuando campeas en el "Call of Duty", súbelo aquí y observa cómo lo hacen los profesionales, no scope incluido.

3. QUEMADO POR EL SOL 3: CIUDADELA
¿Quién dirige la operación?: Nikita Mikhalkov, el hermano pequeño de Andrei Konchalovsky pero que le iguala en la calidad de su propuesta cinematográfica. Un veterano de la realización y la actuación que tan pronto adapta a Chejov magistralmente en "Ojos negros" o "Una pieza inacabada para piano mecánico" como firma una trilogía bélica clave en la historia del género.
¿Cuál es el campo de batalla?: El enemigo sigue viniendo de dentro, no bastaba con pasar por un campo de prisioneros o salvar una ejecución, el honor hay que defenderlo hasta las últimas consecuencias, y eso es lo que muestra la película, que a veces la guerra acaba pero se siguen librando batallas contra sus secuelas.
¿Quién es el Recluta Patoso?: En esta tercera entrega de la trilogía el comandante Kotov ha visto ya muchas cosas que harían que Roy Batty se planteara lo de soltar un discurso sobre una terraza regada por la lluvia y con una paloma limpia - esa es la mayor replicante-. Pero Kotov no tiene tiempo para monólogos, se ha salvado de más accidentes que Rajoy y aún tiene cuerda para rato.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Porque Mikhalkov es de esos personajes cuya obra habla por sí sola. Dicen que en Rusia es una figura temida por su influencia en el sector, pero aquí deleita al espectador con un broche de oro a su trilogía donde Kotov no tiene nada que temer del mismísimo Stalin.
Escala Home Theater: Nivel Putin, sube el volumen hasta que tus vecinos europeos se quejen. Entonces, coge botella de vodka, súbelo más y echa la culpa a los nuevos vecinos ucranianos.

¿Quién dirige la operación?: Rachid Bouchareb, el director de origen argelino que sacudió la esfera cinéfila levantando una ovación en Cannes, deleita con este desgarrador relato bélico donde un grupo de nativos de la Argelia colonial engrosan el frente francés y luchan en los peores escenarios de la 2º Guerra Mundial. Bouchareb deslumbra como lo haría después en "London River".
¿Cuál es el campo de batalla?: La acción llevará a los sufridos protagonistas desde la Provenza Italia, pasando por los Volgos hasta llegar a un pueblecito de la Alsacia alemana que parece sacado de uno de los cuadros de El Bosco. No es ningún tour turístico por las grandes perlas de Europa, aunque da mas miedo que una excursión del Imserso, eso seguro.
¿Quién es el Recluta Patoso?: No tenemos a uno, sino a cuatro, Saïd, Abdelkader, Messaoud y Yassir, cuatro jóvenes argelinos que se alistan voluntariamente para defender a su patria pero que no tienen ni el glamour idealista de "Salvar al soldado Ryan" ni tiempo para escribir bucólicas églogas a la luz de la luna como en "La delgada línea roja".
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Precisamente porque el film de Bouchareb es distinto a cualquier film bélico moderno que hayas podido ver. Aquí no hay idealismo, ni hueco para la glorificación o bendición del compañerismo como en "Hermanos de sangre". Estos jóvenes lo van a pasar muy mal y se darán cuenta de que los ideales patrióticos están muy bien desde la comodidad de un sillón y la seguridad de una sala de operaciones. La Historia tiene problemas de memoria y no recordará a estos aguerridos amigos.
Escala Home Theater: Nivel "Million Dollar Baby", sube el volumen para ahogar el sonido de tus lágrimas y disimular tu pose Eastwood de persona ruda y aguerrida.

¿Quién dirige la operación?: Joseph Vilsmaier firmaría uno de los grandes clásicos modernos del cine bélico que se aparta de las localizaciones más recurrentes en el género para dar legitimidad a una batalla que forjó el rumbo del conflicto y marcó el principio del fin del expansionismo del Tercer Reich.
¿Cuál es el campo de batalla?: La Batalla de Stalingrado, uno de los episodios más sangrientos de la 2º Guerra Mundial y de cualquier guerra moderna y que se saldó con casi dos millones de víctimas y con la "victoria" soviética que encontró en las ruinas de la ciudad un lugar desde el que reinventar la guerra de guerrillas y minar la moral de la Wehrmacht nazi duante casi un año.
¿Quién es el Recluta Patoso?: Un grupo de soldados alemanes con mucho frío encima y que van a pasar penurias de todo tipo. Tras su regreso de un permiso temporal se verán perdidos en la estepa rusa. No hay novela de Dostoyevski que te prepare para el invierno ruso y las hordas soviéticas. La nieve es muy bonita hasta que se tiñe de rojo y se te mete hasta donde el desodorante no llega.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Porque es un clásico moderno, eso es todo. Un relato de supervivencia, penuria y sufrimiento desde un original punto de vista y que demuestra que la guerra no conoce de aliados y enemigos cuando la Muerte se aproxima. Una carnicería humana en uno de los episodios más turbulentos de la historia de la humanidad.
Escala Home Theater: Nivel Batamanta, tápate con ella mientras el repicar del estéreo te saluda cálidamente porque vas a pasar mucho frío.

¿Quién dirige la operación?: Gillo Pontecorvo reflejaría el tenso enfrentamiento entre el Frente de Liberación Nacional de Argelia y las autoridades francesas en este clásico imperecedero que contaría con la música de Morricone y se alzaría con el León de Oro. Un drama que rehuye la grandilocuencia de las recreaciones históricas y se centran la opresión del día a a día.
¿Cuál es el campo de batalla?: Argelia, y en concreto la bella Argel bañada por los rayos de sol reflejados en el Meditarráneo. La Casbah o Ciudadela de Argel sirve como escenario de un film que hace de la ficción y el documental vehículos para construir un híbrido dramático que oscila entre el verismo más acerado y el mejor drama.
¿Quién es el Recluta Patoso?: Ali La Pointe, un muchacho argelino que malvive haciendo de la picaresca un modo de vida a través de pequeños hurtos. Tras ver la muerte de un patriota, decide alistarse en el Frente de Liberación y ascender posiciones, asistiendo al conflicto como participante de primera mano.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Porque quizá no veas orgías de balas o grandes batallas. Pontecorvo usa su experiencia como corresponsal de guerra para ofrecer un relato en clave semidocumental que destaca por su verosimilitud y puesta en escena completamente fidedigna, sin caer en el panfleto. Flashbacks y episodios de la cruda situación argelina en un retrato realista de un conflicto que Pontecorvo se preocupó por documentar y mostrar con un espíritu crítico y comprometido.
Escala Home Theater: Nivel PJ Harvey, sube bien el volumen para escuchar lo que tiene que decir, tiene mucho que contar.

7. TRENES RIGUROSAMENTE VIGILADOS
¿Quién dirige la operación?: Uno de los padres de la Nueva Ola Checoslovaca, Jiri Menzel, que demostró que el buen cine durante varias décadas vino de Europa del Este y de la mano de directores con nombres en forma de trabalenguas. En su mejor película, Menzel retrata la madurez sexual de un joven en los últimos coletazos de la 2º Guerra Mundial alternando el estilo documental con trazos de humor absurdamente negro, vocación nihilista y espíritu satírico.
¿Cuál es el campo de batalla?: Kostomolaty, una población ficticia de la República Checa ocupada en 1945. Milos es un aprendiz de controlador de ferrocarriles con ínfulas de Ryan Gosling que desea romper la tradición familiar consistente en ser un patético perdedor: un tatarabuelo muerto a pedradas, un abuelo atropellado por un tanque que quería detener con hipnosis y un padre despedido al arrojar a alguien de su tren.
¿Quién es el Recluta Patoso? Milos, que por no ser no es ni cabo, es asignado con una misión de la máxima importancia para los nazis: vigilar unos trenes. Pero el anémico muchacho está mas pendiente de su cruzada donjuanesca y su florecer sexual en una historia sin héroes o enemigos, poblada por perdedores e indolentes entregados a la comedia absurda de sus vidas.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas? Porque Milos, en su timidez y candidez inocente, no se baña en balas sino en bañeras de prostíbulos para intentar pillar carne humana sin tener que recurrir al fusil. Símbolos en forma de vacas famélicas, ovejas atropelladas, campanas lejanas y referencias menos sutiles al erotismo, el falso patriotismo y la sátira continua en un film peculiar que refleja el drama de la guerra a través del absurdo y del inocente encanto de los amores en la juventud.
Escala Home Theater: Nivel Mike Oldfield, disfruta sin miedo de la película, lo vintage y hipster está más de moda que nunca. Fardar de cine checo aumenta tu éxito en Vodker, el Tinder del este.

¿Quién dirige la operación?: John Frankenheimer, un maestro del séptimo arte que hizo de esta película un brillante ejercicio de suspense y acción sobre la venganza, y que reunió a pesos pesados de la industria para ofrecer un clásico del cine del cine bélico.
¿Cuál es el campo de batalla?: París, la 2º Guerra Mundial alcanza su cenit con los nazis replegándose hacia Berlín. El coronel Franz Von Waldheim debe expoliar las pinturas de los maestros modernistas y llevarlas a Alemania.
¿Quién es el Recluta Patoso?: Aquí no hay patosos, por un lado un coronel nazi empeñado en cumplir su misión cueste lo que cueste y por otro lado Labiche, un miembro de la Resistencia francesa que hará todo lo posible para detenerle y así vengar la muerte de su amigo mientras intentaba frustrar el plan nazi.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Burt Lancaster en la cima de su carrera acompañado de Paul Scofield y Jeanne Moreau y bajo las órdenes de Frankenheimer. Motivos sobran en una historia con un guion a prueba de trenes y medida al milímetro para ofrecer un film trepidante y con un ritmo que hará que abandones el Instagram durante un buen rato.
Escala Home Theater: Nivel fular, para días de encierro doméstico y fular en tu dolorida garganta, no podrás hablar pero sí decir en redes que acabas de ver un pedazo de película clásica.

¿Quién dirige la operación?: Andrzej Wajda, uno de los genios de la Escuela del Cine Polaco, ofrece una nueva entrega de su trilogía sobre la guerra en un clásico atemporal que retrata el sufrimiento y la agonía de los miebros de la Resistencia polaca atrapados en las cloacas de Varsovia y acechados por las tropas de ocupación nazi.
¿Cuál es el campo de batalla?: Varsovia, septiembre de 1944, en la Polonia ocupada. Un pelotón de resistencia huye de los regimientos nazis en lo que serán sus últimas horas de vida tal y como anuncia una fatalista voz en off. Como ratas, deambularán por los canales de Varsovia, escondidos en las sombras, oliendo la podredumbre, luchando por su vida.
¿Quién es el Recluta Patoso?: Patosos pocos, desesperados unos cuantos. El pelotón de la Resistencia se dispersa y cada uno de sus miembros emprenderá una huida por su supervivencia. Una caza humana donde hay pocos resquicios para la esperanza en los túneles de Varsovia, donde acabará imponiéndose una atmósfera funesta y oscura que atrapa y encierra al espectador.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: No se disparan muchas balas, pero servirá para tener un ejemplo de un relato bélico de esos que no suelen glorificarse en la gran pantalla ni acaparan las páginas de los grandes medios. Wajda es un cronista de la historia de su pueblo, con sus luces y sus sombras, y en ocasiones como esta narra una historia dramática donde no hay lugar para el idealismo o la esperanza. Un testimonio bélico de los que transgreden la comodidad del espectador.
Escala Home Theater: Nivel caldo de mamá, volumen apropiado para que la película te deje con tan mal cuerpo que descongeles uno de los tuppers con el caldo de tu madre para entrar en calor.

¿Quién dirige la operación?: King Vidor, uno de los grandes cineastas del cine clásico del Hollywood que se nutrió de talentos inmigrantes para construir las bases de la industria que es hoy día. Firma un clásico inmortal sobre el poder destructor de la guerra y el el paso a la vida adulta con una estética cautivadora y dosis del melodrama mejor dirigido.
¿Cuál es el campo de batalla?: Las trincheras de la 1º Guerra Mundial, en concreto, el frente francés, que vería algunos de los momentos más agónicos de un conflicto donde la lucha cuerpo a cuerpo aún seguía siendo la mejor opción y donde se ensayaron atrocidades como el gas nervioso.
¿Quién es el Recluta Patoso?: Jim, un joven sin oficio de beneficio, proveniente de una familia bien acomodada y que decide hacer algo con su vida y alistarse para unirse al conflicto, siendo destinado a Francia - tampoco hace falta que lo ninis que anidan en los sofás de sus padres se lo tomen tan a pecho-. En Francia se enamora perdidamente de una chica, pero el conflicto amenaza con separarles.
¿Por qué bañarme en esta orgía de balas?: Porque al igual que otras de la lista, no va tanto sobre balas como sobre el poder del amor para abrirse paso entre la barbarie y deshumanización de la guerra. Suena cursi cual maratón de "My little Ponny", pero no vomitéis arcoiris todavía, el film es una de las joyas del cine mudo y relata un melodrama cautivador y esperanzador que coronó a su director.
Escala Home Theater: Nivel Häagen-Dazs, volumen al máximo para disfrutar de este placer melodramáticamente culpable mientras te atrincheras en la tarrina de helado. Puro drama calórico.
