AFF 2017 Educa Europa: niños, niños, ¿futuro?
Latín, matemáticas y rock & roll. Descubrimos el mundo mágico de la Headfort School, el único internado de Irlanda para niños de 7 a 12 años. La escuela está situada en una mansión del siglo XVIII que recuerda a Hogwarts, con puertas traseras y un jardín hechizado.
Los niños: Microbe y Gasoil, uno con cara de ángel y el otro el experto mecánico por el que Fernando Alonso languidece. Ambos huyendo de un mundo adulto desectructurado, marcado por la depresión o inapetencia de las madres y la inanimidad o pasotismo de los padres. Dejando atrás las peleas y el bullying como monstruos de la infancia, los dos chicos cogerán carretera y manta para vivir una aventura donde el límite lo ponga su picardía digna del mejor de los Lázaros.
Los futuros posibles: Microbe y Gasoil son expertos en eso de romper la campana de cristal y escoger frutos de la higuera. Básicamente su imaginación no tiene límites y tienen ese sentido de la aventura que a la mayoría solo impulsa a cambiar de marca de yogures de vez en cuando.
La clave: Michael Gondry, un tejedor de sueños e hilvanador de ideas locas que ha traído genialidades como "Olvídate de mí" o "La espuma de los días" y que aquí se atreve dando voz a dos niños que son reflejo de una generación que aún contemplan la aventura como un estilo de vida. Su propuesta de aventura en una caravana algo cochambrosa pero cuyo recorrido hará creces a los jóvenes protagonistas confronta con la apuesta dramática, cruda y costumbrista de "Mellow Mud". Dos hermanos arrastrando los pies por el fango de la Europa marginal: desamor, penas y primeras experiencias ensuciadas por la humanidad errante y algo de esperanza para un retrato más próximo a Angelopoulos que a las locuras de Gondry.
Madres e Hijos
¿Cuál es el peligro?: El vacío existencial de una generación de jóvenes que aspira a todo pero que no sabe absolutamente nada de lo que quiere. El acomodamiento de las clases onerosas es incapaz de ocultar los impulsos destructivos de un grupo de jóvenes que buscan romper la campana de cristal a base de martillazos de inconsciencia.
Los jóvenes: Madres controlados y abusivas, familias desestructuradas, violencia en el seno del hogar, duelos de insultos dignos de piratas y tendencias más destructivas que tu fase emo con Evanescence de fondo. Una juventud con el reflejo de la duda asomando en su mirada, y que cual Dorian Grey rehúye de observar la imagen capturada en su último selfie.
Los futuros posibles: Todos cuantos deseen, ninguno escoge el deseable. La violencia, el sexo como compulsión para expiar la culpa propia y ajena, la agresión verbal y psicológica y la crisis espiritual de unos jóvenes postmodernos que veneran a nuevas deidades con forma de smartphone. Una historia generacional con futuro incierto y presente dubitativo.
La clave: A medio camino entre Larry Clark y el Xavier Dolan al que se le agotó su suscripción a Spotify y no martillea nuestros oídos con interminables playlists. "Home" es audaz en su retrato exacerbado de una juventud sin rumbo, y evita dibujar horizontes con trazos de esperanza. Fien Troch aborda la crisis generacional con un atroz naturalismo, deambulando con la cámara entre los estallidos de violencia, las explosiones de rabia y los efluvios etílicos de unos jóvenes ahogados por la duda y la miríada de posibles futuros.
Aprendiendo a levantar el vuelo
¿Cómo romper la campana?: A través del poder de la amistad y el respeto por todos los seres vivos. Suena a frase de engagement de un blog de espiritualidad para almas contaminadas, pero "Aves de paso" enseña que es posible un cine sensible y amable sin empalagar. Niñez, un pollito, dos amigas, padres al límite, una huida... Y todo ello en una bella alegoría sobre la necesidad de no perder la mirada de la niñez, esa regida por la curiosidad y la inocencia incólume.
Las niñas: Cathy y Margaux, amigas y unidas por el destino de salvar a un patoso palmípedo más perdido que Calimero en "Cisne Negro". Su huida es un viaje hacia el interior de si mismas y un desplazamiento respecto al mundo de los adultos, dominado por una maraña de sentimientos, pensamientos y frustraciones que amenazan con atrapar a las dos jóvenes.
Los futuros posibles: Todos ellos positivos, Cathy y Margaux no esperan frente a la higuera, sino que se lanzan y optan por un futuro que pende de una frágil rama: la de contrariar a sus figuras de autoridad. Su historia es una búsqueda, pero también un encuentro, el de dos amigas, y una aventura.
La clave: El abandono del mundo adulto es otra de las constantes de esa juventud que busca su lugar en el mundo intentando romper esa campana y no perecer por su inanimidad. El film de Olivier Ringer es un curioso cruce entre la sociología veraz de los Dardenne y la magia cotidiana de Jeunet en una historia donde lo fantástico reside en la actitud de dos niñas unidas por la amistad y un patito que feo no es, pero al que le cuesta mantenerse a flote. Y no, no es una metáfora sobre pájaros cuyas finanzas ocultas salen a flote.
Los niños soldado
¿Cuál es el peligro?: Al igual que se verá en "Hunting flies", el gran peligro es el riesgo de tergiversar y hacer de la educación una herramienta para inculcar odio. En Israel, padres reclutados y madres preocupadas inculcan a sus hijos el espíritu beligerante, un discurso de odio que provoca que el desertor sea visto como un traidor. Los niños como vigilantes del espíritu nacional.
Los niños: Un grupo de niños organizados y armados jugando a ser soldados hasta que descubren a unos desertores. A partir de ese momento se inicia una caza sin compasión, una guerra que se libra en escaramuzas, llena de engaños y donde los niños emulan a sus padres convirtiéndose en guardianes sin compasión y con una fascinanción heredada por el caos y la violencia.
Los futuros posibles: Volando la campana de cristal a base de disparos y gritos de irracionalidad. Nuevos conflictos, viejas rencillas, la juventud que no puede huir del mundo adulto y acaba asimilándolo en una especie de "El señor de las moscas" donde el arrepentimiento vela por su ausencia y la inocencia cae como la sangre.
La clave: El film de Yaniv Berman es un alegato contra la violencia engendrada desde el vientre materno. Dura, mordaz y certera, la crítica de Berman asusta por el punto de vista de una infancia corrompida por el odio. Una película necesaria, donde la juventud escoge el peor futuro posible.
Una enseñanza para el futuro
¿Cómo romper la campana?: La educación y la actividad docente como formadores del espíritu juvenil, guías en tiempos convulsos. La figura del profesor como mediador y negociador, y el enigma de saber si una buena enseñanza puede revertir años de encono e inquinas que se heredan de generación a generación.
Los niños: Alumnos de etnias y procedencias diversas se reúnen en un aula de la Macedonia rural. Un melting pot con ingredientes picantes y posibilidad de indigestarse con niños que aprende a odiar antes que a leer, guarda tus posters de "Rebelde Way", a veces la realidad supera a la ficción.
Los futuros posibles: Una infancia de conflictos y luchas ancestrales puede conducir a futuros beligerantes, la juventud ante el dilema de reproducir el orden establecido o aprender nuevas lecciones donde las fronteras son solo páginas que pasar para seguir descubriendo el mundo.
La clave: Un único espacio, una localización prácticamente, un elemento en común en varios de los films de esta selección. La encrucijada por el futuro se libra en espacios singulares, microcosmos que reproducen la inmensidad del mundo en cuatro paredes. Un aula de Macedonia perpetua el conflicto balcánico en el que un profesor sin casco azul intentará pasar un examen a sus alumnos que les abra la conciencia. El Plan Bolonia parece un ideal kantiano al lado del reto de este maestro.
NEXT TO ME
Atrapados en la red
¿Cuál es el peligro?: El auge de las redes sociales y el nuevo paradigma de la comunicación ha consolidad una auténtica "sociedad de la pantalla" donde los jóvenes más que nunca sienten la necesidad de vender apariencia y negar evidencia al ser observados a través de pantallas que miran pero que no observan. Conciencias que gritan lo que sus publicaciones tratan de esconder.
Los niños: Un grupo de adolescentes serbios. Una profesora arrebatándoles sus teléfonos tras una broma pesada. Encerrados en el colegio. La lucha por la supervivencia, los roles sociales. Es como volver a tu clase del instituto y seguir siendo aquel chico o chica apocado, o el que escribía nombres en la pizarra para vigilar la clase y recibía dosis de afecto collejil, o sufrir de nuevo el liviano peso de las miradas anodinas de los populares becerros recluidos en el aula.
Los futuros posibles: ¿Te preguntabas que sería de los protagonistas de "Al salir de clase", "Compañeros" o "Física o Química"? - incluimos las tres para evitar luchas y provocar ataques de nostalgia entre brechas generacionales-. "Next to me" tiene algo más de mordiente y concisión crítica en el estudio de sus personajes, y como drama está mas cerca de Esquilo que de esas ficciones que aunque glorificadas por la nostalgia son parte de un pasado en forma de estados de Tuenti.
La clave: Adolescentes recluidos en un colegio. Suena a premisa argumental de película de Tim Roth, pero "Next to me" es un estudio de la jerarquía social y los postulados darwinianos aplicados al orden biológico de un aula. Los machos alfa, las chicas con complejo de cheerleader, la que piensa diferente y se la mira cual Nosferatu en Benidorm, los amantes del videojuego cuando aquella afición tenía la popularidad de un ditirambo a Dionisio y aquellos que tenía que ocultar su condición para no sucumbir a la presión patriarcal en dulces cápsulas de exabruptos y testosterona en chándal Adidas. "El ángel exterminador" que Buñuel habría rodado de haber sido millennial e influencer.