"Stefan Zweig: adiós a Europa" la noche europea
El Día del Libro se acerca, las letras y el celuloide se unen con el estreno de "Stefan Zweig: Adiós Europa", el drama biográfico que retrata la compleja figura de Stefan Zweig, escritor alemán que formó parte de una generación de autores que consagraron el idioma de Goethe. Zweig. Al igual que otros compatriotas, se convirtió en una figura del exilio errante, cuya obra se nutrió del dolor de la ausencia y la inacción, con la nostalgia por una Alemania tan querida como destruida siempre presente. El film de María Schrader explora los últimos años de vida del autor vienés marcados por el misterio de su silencio amable. Pacifista radical, artista total o autor sin compromiso social, Zweig es una figura sobre la que siempre correrán ríos de tinta.
¿De qué va?
El film refleja los últimos años de vida de Stefan Zweig a partir de cinco cuadros de vida que no tienen la intención de erigirse en un biopic sobre la compleja figura del vienés, sino más bien en una reflexión sobre el papel del artista en tiempos difusos, en la necesidad o no de usar el arte como una forma de compromiso social. El Congreso del Pen Club en Buenos Aires, la marcha a Nueva York y el futuro pacífico en el Brasil de Petrópolis son el telón de fondo de las escenas y fragmentos de vida en los que el espectador intenta desentrañar el críptico rictus nostálgico de Zweig. Un intelectual que narró episodios de la Historia Universal, que recuperó el espíritu de Erasmo de Rotterdam para construir una Europa utópicamente libre y en armonía y que en su exilio brasileño creyó posible construir un paraíso interracial en esa nueva Arcadia hasta que el nazismo envenenó su mente y el cianuro congeló su cuerpo.
¿Quién está detrás?
María Schrader, una actriz con tablas en el cine y teatro alemán, regresa a la dirección con un biopic nada convencional, pero en el que la figura de Stefan Zweig atravesando el calvario del exilio se convierte en un icono de la Europa actual, amenazada por los fantasmas del pasado. Schrader reivindica a un lúcido amante de la Europa unida y hace suyas las palabras de despedida de Zweig, confiando en que el testimonio de genios amables y soñadores como el vienés haga que llegue “el amanecer después de esa larga noche” a una Europa de la que Zweig no estaría orgulloso.

¿Quién sale?
Josef Hader encarna a Stefan Zweig en un papel que le ha valido no pocos reconocimientos, metiéndose en la piel del escritor austríaco y reflejando con acierto a una figura tranquila y apocada que se manejaba mejor con la palabra y los alegatos a través de la tinta que de la voz. El silencio de Zweig y su mutis siempre amable y nostálgico encuentra en Hader una réplica acertada, plasmando el espíritu de un pacifista devoto a la causa intelectual y cuyo único compromiso era con la creación literaria.
Aenne Schwarz le acompaña interpretando a Lotte, la segunda esposa de Zweig, construyendo una Lotte cuya sencillez de espíritu cautivaría al Werther de Goethe y cuyo carácter inquebrantable le unió a Zweig aunque bien podría haber enamorado al Thomas Mann de Weimar.
¿Qué es?
Un biopic nada al uso donde el genio creativo se mimetiza con la época que le dio forma, oscilando entre el retrato espiritual meditado y el riguroso pulso creativo de "Hannah Arendt", la nostalgia romántica del propio Zweig en "Madame de..." y la inanición vital de "Las horas".
¿Qué ofrece?
Una reflexión sobre la Europa actual a través de los ojos de alguien que vertió en palabras su amor por una Europa utópica en su momento pero posible en estos días. El film de Schrader describe con solidez expresiva las dudas y el espíritu agotado de Zweig a través de cinco escenas que más que tejer una incólume hagiografía sobre un genio literario constituyen una aproximación certera y desprovista de artificio a una figura amable que no usó la palabra para destruir, sino para construir. "Stefan Zweig, adiós a Europa" evita evocar lugares comunes haciendo propio el espíritu de Zweig: huyendo de la palabra fácil, reflejando el dolor en la pausa, mostrando el horadamiento del espíritu a través del estatismo. Las cinco escenas funcionan como tableau vivants, piedras miliares de la vida íntima de Zweig.
Empezando por su esfera pública como creador en el Congreso Pen Club , y culminando con su crepúsculo vital en la Petrópolis tejida por hilos de sol. El film retrata un amor trágico, entre Zweig y un sueño europeo donde el vals y los opulentos salones de algunas de sus novelas han sido sustituidos por el silencio y la marcialidad fascista. Atrás queda la intención de cuestionar a una figura que fue acusado de cobarde moral, y que se excusó refugiándose en su legado intelectual y devoción por la paz. "Cada gesto de resistencia, carente de riesgo o de impacto, es solo afán de protagonismo", contesta Zweig en la película. María Schrader le responde con un film honesto donde Zweig escribe su carta de despedida a una Europa ya perdida.
