Cápsulas de filmin: Hollywood en México (parte II)
Lo que más sorprende de esta secuencia de “Veracruz” (Robert Aldrich, 1954) es la puesta en escena de tres realidades que pululaban por el México de 1864. Tres bandos que, por sus rasgos y por sus vestuarios, bien podrían salir de tres tipos de películas diferentes. Por un lado los representantes de Maximiliano I, ostentando el poder y la supremacía europea en medio del desierto. Por otro lado los vaqueros, con esa forma tan yanquis de decirnos “aquí estamos”. Y en medio los Juaristas, es decir, parroquianos armados que lucharan, entre otras cosas, para ser tomados en serio.
Puede que su director, Robert Aldrich, pecara de simplista planteando este tenso encuentro a tres bandas, por no hablar del aire afeminado de los europeos y las ínfulas heroicas de los yanquis que permanecerán a lo largo de toda la película, ahora bien, el tratamiento que se le da a los mexicanos esconde una lección: en tierra hostil, jugando de visitante, vete con cuatro ojos ya que, por mucho que te acompañe Gary Cooper, nada es lo que parece.