AFF18: "Europa" la rave del fin del mundo
Miguel Ángel Pérez Blanco nos sorprende con una ópera prima de difícil adscripción a alguna de las corrientes cinematográficas más visibles del cine español contemporáneo. Puro arte de la imagen en movimiento, "Europa"está mucho más cerca de Val del Omar que de aquello que se ha considerado llamar Nuevo Cine Español.
¿De qué va?
Dos amantes se invocan por las avenidas vacías de una ciudad, perdidos durante el primer alba de 2018. Ambos cruzan un túnel de montaña la última noche de 1999. Conservan la misma edad, pero sus nombres son otros. Quieren llegar a una rave en la que cientos de jóvenes como ellos darán la bienvenida al siglo veintiuno. El coche se detiene a la entrada del bosque, bajo los ecos lejanos de la música. Pero la fiesta y sus vidas se vacían en mitad de una noche alucinada.
¿Quién está detrás?
"Europa" es el primer largometraje de Zapruder Films, la productora fundada por el realizador y profesor universitario Miguel Ángel Pérez Blanco, quien ya se había labrado un prestigio en el terreno del corto con títulos como "Carretera al Atlántico" (2011) y "Los dinosaurios ya no viven aquí" (2013).
¿Quién sale?
Los títulos de crédito de "Europa" son más que una declaración de intenciones. Pues no es casual que Pérez Blanco haya elegido como absolutos protagonistas de su debut a dos intérpretes muy poco conocidos, pero que a su vez nos evocan a cineastas de personalidad insobornable muy próximos al experimental. La actriz y guionista Virginie Legeay ha trabajado a las órdenes de Jean-Claude Brisseau, como intérprete y asistente de dirección en dos películas: "Les anges exterminateurs" (2006) y "The Girl From Nowhere" (2012); mientras que Aleksey Solonchev se puso frente a la cámara de Philippe Grandrieux en "Un lac" (2008). No existe un modo más eficaz de adscribirse a una manera de entender el cine sin necesidad de recurrir a la cita directa.
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¿Qué es?
"Sombre" (Philippe Grandrieux, 1998) + "Twin Peaks" (David Lynch y Mark Frost, 1990) + "Fuego en Castilla" (Val del Omar, 1960)
¿Qué ofrece?
Si desprendiéramos de toda narrativa y discurso una película tan memorable como "Dead Slow Ahead" (Mauro Herce, 2015) y nos quedáramos con su esencia, quizás, por ahí, podríamos encontrar algo cercano a "Europa", uno de los debuts más estimulantes que nos ha regalado el cine español en los últimos años. Y es que por momentos parece que el mayor objetivo de Pérez Blanco es captar cómo incide la luz sobre los cuerpos, rostros y formas que su cámara filma extrañada, arrojada a un no-espacio en un no-tiempo alucinado, en el que el tránsito parece el único estado posible. En este sentido, la película no anda lejos, por ejemplo, de la TactilVision de José Val del Omar, el sistema con el que el padre del cine experimental español lograba dotar de distinta forma y volumen, mediante impulsos lumínicos, a las esculturas de Juan de Juni y Alonso de Berruguete.
No obstante, en su segunda mitad, más absorbente si cabe que la primera, "Europa" nos lleva a un bosque de evidentes ecos lynchianos, suerte de Ítaca en la que se va a celebrar el fin del milenio como si el Efecto 2000 estuviese decidido a cumplir con aquella amenaza que acabó en nada. Los dos protagonistas, que se han conocido en otro año y en otro lugar, llegan a ese bosque el último día de 1999, en el que se celebra una rave inerte y desértica, sólo presente por la letanía de una música lejana y por el brillo de unas luces que proceden de algún lugar que jamás llegaremos a ver.
La Gran Fiesta Europea convertida en una Torre de Babel (hasta seis idiomas se hablan en el film) deprimente a la que ya nadie quiere acudir. Una trampa dolorosa, la de las falsas promesas, que condena a nuestros protagonistas a vivir sin rumbo, deambulando por espacios sin discurso ni narrativa, como el buque carguero de "Dead Slow Ahead". Si entendemos el cine como lo entendieron los espectadores de los Lumiére, como la fascinación frente a la imagen en movimiento, "Europa" es ya una obra canónica de nuestro cine.
