AFF 2018: "Samantha Hudson" estrella y estrellada

Autor: Elodie Mellado Fuente: Filmin

En Filmin estamos de celebración. En el día del Orgullo LGTBI+, esta misma noche a las 22.00h, estrenaremos en Palma de Mallorca, y una hora después en Filmin, el primer documental sobre Samantha Hudson, uno de los personajes queer más interesantes de los últimos años en nuestro país. Él es Iván González, pero ella también es Samantha Hudson, y esta es una historia de fe, sexo, y mucho pero que mucho electro-queer. Celebrémonos, celebrémosla. 

¿De qué va? 

Soy maricón y me gusta Jesucristo. Así empieza la canción más popular de la iconoclasta Samantha Hudson, estandarte de una modernidad que ya programa sus selfies en Instagram. A ella le gustan las camisetas divertidas, los raviolis de espinacas y mentir sobre su vida sexual. Y en este documental, la descubrimos al crudo y al natural. 

¿Quién está detrás? 

Joan Porcel, un joven talento balear que quedó tan fascinado con el personaje de Samantha como cualquier persona que se atreva a asomarse a sus stories de Instagram. Partiendo de lo aleatorio y la locura que puede suponer encauzar a un personaje tan arrollador como Samantha, Porcel modula la realidad para ofrecernos un relato que nos habla como pocos lo han hecho sobre esa generación que se encuentra a caballo entre la millenial y la z. 

¿Quién sale? 

Samantha Hudson, admirada por muchos, odiada por otros, a nadie deja indiferente. Desde sus inicios con el hitazo "Yo soy maricón", que formaba parte de un trabajo escolar, hasta la sonada caída por un balcón en una noche de borrachera sevillana. Ella es una explosión de espontaneidad, mezclada con una conciencia de la puesta en escena insólita, por contradictorio que parezca, cuya lengua jamás se frena ante lo que otros, más cortos de miras, podrían considerar como un escándalo. Libertad en el más puro sentido de la palabra. Larga vida a Samantha Hudson.

¿Qué es? 

Como bien dictamina su subtítulo, una historia de fe, sexo y mucho electro-queer. 

¿Qué ofrece?

Un retrato generacional que recoge como pocos han conseguido algunos de los conceptos que más están marcando el panorama actual, como la iconoclastia absoluta, el reinado de la aleatoriedad e incluso una cierta desmitificación del sexo. En una época en la que las apps sociales para ligar y el sexo casual se han impuesto como moneda de consumo hedonista, Samantha introduce conceptos que muy pocas veces se han verbalizado en pantalla, como la demisexualidad, o dicho de otra forma, cuando solo se puede desarrollar atracción sexual hacia personas con personas con las que se siente una fuerte conexión emocional. La generación nacida en la era del sexo libre es incapaz de satisfacerse por completo con las relaciones fugaces, algo que no anula que continúen practicándolas, pero sí pone en evidencia cierta visión heredada de la necesidad del sexo por el sexo. Y ay si solo fuera eso, Samantha Hudson es también todo un icono queer para las nuevas generaciones que rehuyen clasificarse en algo ya tan polvoriento como la dualidad de género como única respuesta a nuestra identidad, ya no solo sexual, si no vital.

Pero Samantha no es la única y absoluta protagonista en el documental de Joan Porcel, que también nos muestra un fantástico plantel de secundarios que van desde su memorable compañera de piso, Selena Winters (que bien merece su propio spin-off) a Kevin Qué Bien, influencer que ayudó a viralizar el video "Soy Maricón" en redes sociales, sin olvidar a su productor musical, Adrià Arbona, líder y vocalista de la banda Papa Topo. Una historia tan brillante como fascinante que se siente como colarse entre los bastidores mientras Samantha prepara su próximo selfie o storie. Y es que si estos fugaces sesenta minutos que pasamos con Samantha te saben a poco, siempre puedes seguirla en Instagram para seguir completando su historia, una que va más allá de las barreras tradicionales del cine y se entremezcla en un exquisito discurso meta con la nueva narrativa de las redes sociales.  


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