15 claves que quizás no conozcas sobre "La Vida de Brian"
El turno de preguntas empieza tan monótono y previsible como de costumbre. La sempiterna cantinela de un puñado de periodistas más o menos entusiastas, que repiten uno tras otro las cuestiones de siempre. Y no es que los Monty Python no tengan cuerda para hacer preguntas originales, pero estamos en la promoción de Los caballeros de la mesa cuadrada (1975), su segunda película, y parece que la sesión va a ser el mismo muermo de las anteriores.
Y entonces, un periodista pide la palabra y les lanza la preguntita de siempre: “¿Cuál va ser su siguiente proyecto?”. Los Python le miran, cansados, con la respuesta habitual en la punta de la lengua. Tras de sí quedan varios meses de rodaje en condiciones lamentables, con un tiempo de perros, embutidos en incómodos trajes de lana, con Terry Jones y Terry Gilliam peleados y con Graham Chapman bebiéndose hasta el agua de los floreros. La película es muy graciosa, claro, pero no han acabado a puñetazos porque son británicos y tiran de mucha flema y estilo.
Total, que el periodista pide la palabra y pregunta que cuál será su próximo, ocurrente y fabuloso proyecto, y Eric Idle, (que no está para próximos proyectos, por muy fabulosos y ocurrentes que sean) coge aire… y suelta la primera animalada que se le pasa por la cabeza. La prensa, atónita, alcanza a unas risas incómodas, pero la idea no muere allí. Muy al contrario, lo que nace como un chascarrillo recurrente para solventar la cuestión se convierte al instante en su nuevo proyecto, justo cuando se están recuperando de las secuelas del anterior. ¿A quién le extraña? No puedes salir con una burrada y no esperar que esos seis chalados no hagan algo con ella…
Y lo que hacen tiene mucha tela: productores asustados, músicos al rescate, pachangas en el Caribe, censuras de vario pelaje y comandos suicidas nazis. Viva Monty Python.
1-Noches en Amsterdam: La inconveniencia que suelta Eric Idle es: Jesucristo: ansias de gloria. El equipo está promocionando Los caballeros de la mesa cuadrada en Ámsterdam, y esa noche se reúnen en una cafetería a hablar del proyecto. La idea de parodiar la vida de Jesús pronto se rechaza, porque los Python lo consideran una figura positiva. Entonces piensan en Brian, un segundón, una imitación de Jesús al que todo le sale mal. El único que no está allí es Terry Jones, con lo que el grupo decide escribirle una serie de postales contándole el proyecto. Michael Palin tiene sus dudas, porque la idea puede sonar irreverente y su madre es muy creyente. Un día, le cuenta lo que van a hacer y su madre reacciona tan bien que se convierte en una defensora a ultranza del film.
2-Días en el Caribe: Los Python empiezan a trabajar en la idea en un ambiente un tanto extraño. Cleese ya no está en el programa de television, Chapman tiene serios problemas con la bebida, y el resto de miembros ya empiezan a pensar en otros proyectos. Son muchos años juntos, y no siempre han sido todo risas. Pese a ello, el trato es bastante cordial, así que tras un primer periodo en el que se construye la trama y se plantean algunas de las escenas que marcarán el tono del film, todo el equipo se encierra durante dos semanas para escribir el guión. Claro que, ¿quién quiere apilonarse en la habitación de un hotel en la lluviosa Londres comiendo pescado y patatas? Los Python no, eso seguro. Mejor unas jornadas de playa en las islas Barbados. Uno de sus vecinos, por cierto, es Keith Moon, el bactería de los Who. Intérprete tan genial como incontrolable, es normal que sea amigo de los Python, quienes le ofrecen un cameo en su film como profeta callejero. A su regreso a Londres, una noche, Eric Idle charla con Moon y éste le muestra su entusiasmo ante la perspectiva de aparecer en el film. El proyecto pinta muy bien para este genio y figura de la batería, capaz de levantar a todo un estadio con sus baquetas. Horas más tarde, en su mansion, se toma treinta y dos pastillas de un medicamento llamado Clometiazol y muere de una sobredosis. El papel acabará en manos de Terry Gilliam. La vida de Brian está dedicada a Keith Moon.
3-Bernie dijo que no: Los Python vuelven de las Barbados con un guión bajo el brazo. Terry Jones le pasa una copia a un directivo de la compañía EMI y éste le garantiza el dinero para el rodaje… Pero dos días antes de empezar la producción, el presidente de la compañía, Bernard Delfont, se lee el guión y dice que nones. Uno de sus hermanos acaba de producir Jesús de Nazaret (1977), una miniserie de Franco Zefirelli, y la comparación le da mucho miedo. El problema es que los Python ya han desplazado a una parte del equipo a Túnez y se han gastado cincuenta mil libras. La compañía les hace un reembolso de esta cifra, pero no van a producir la película. Empiezan los problemas.
4-Un Beatle en Judea: ¿Y ahora qué hacemos? El proyecto se va a pique justo antes de empezar a andar. No parece muy probable que encuentren otra empresa dispuesta a desembolsar el presupuesto de la película, después del portazo de EMI. Y entonces, aparece el hombre, el artista, el beatle rebosante de talento que ni se pasa el día hablando de paz ni se está convirtiendo en una abuelita: George Harrison. El autor de Here Comes The Sun es un buen amigo de Eric Idle y un fan incondicional de los Python, así que cuando La vida de Brian peligra, Harrison hipoteca su casa, su estudio de grabación, y monta una productora: Handmade Films. Y todo, según sus palabras, porque le apetece ver la película. Cuatro millones de libras en total, suficientes para poner en marcha el film, en lo que Eric Idle llama ‘la entrada de cine más cara del mundo’. Harrison, que hace un cameo interpretando a Míster Papadopoulos, forja una sólida amistad con los Python e incluso compone una canción que suena en El sentido de la vida (1983).
5-Poncio Pilatos: Antes de irse a las Barbados,los Python escriben y escriben, buscando el tono adecuado para la historia. Es una lluvia de ideas constante, de aprobaciones y deshechos, con los seis comediantes echando humo por todos los engranajes de sus preclaras cabezas. Un día, Michael Palin acude a la reunión con un personaje bajo el brazo: el prefecto de Judea Poncio Pilatos. La exclamación es unánime: ’¡Eso es!’ Palin ha construido un carácter memorable. Ahora ya está claro que la historia tiene posibilidades. Ésta es la última reunión de la primera fase de escritura. Los Python se separan, empiezan a documentarse y escriben las primeras versiones del guión. La importancia del personaje de Poncio Pilatos se hace evidente durante el rodaje, en la escena en la que los guardias de su palacio se parten de risa al oir el nombre de Pijus Magnificus. La reacción de Palin conminándoles a no reírse no forma parte del guión: los Python han situado los extras con instrucciones de permanecer callados, pero no les han contado qué va a hacer el personaje. Por eso, cuando Palin les ordena que se callen, lo está haciendo de verdad. Bingo, el chiste es un éxito.
6-Terry & Terry: Terry Gilliam no se sintió nada cómodo durante el rodaje de Los caballeros de la mesa cuadrada. La relación con Terry Jones, el codirector de la cinta, se iba volviendo más y más tensa a medida en que sus ideas sobre el film disentían. Gilliam se sintió cada vez más apartado de la dirección y en medio de un clima enrarecido. Con este precedente, los Python abordan el delicado asunto de quién se encargará de dirigir La vida de Brian. ¿Terry Jones o Terry Gilliam? Según el propio Jones, una de las razones que pudieron llevar al equipo a encargarle el trabajo es que su relación con los actores era más educada y cordial que la de Gilliam. Pero el caso es que éste tampoco tiene muchas ganas de volver a dirigir a los Python. Tras rodar La bestia del reino (1977) con lo que, en sus propias palabras, son ‘actores de verdad’, dirigir otra vez a estos tipos se le hace cuesta arriba. Así que todo arreglado: Jones se encargará de la dirección, y Gilliam de la dirección de arte. Eso sí, la relación entre los dos tendrá sus más y sus menos, porque Jones rueda planos cortos, siempre detrás de la reacción de los personajes, lo que a menudo esconde y desdeña el enorme trabajo de ambientación de Gilliam. Para resarcirse, este rueda al menos dos escenas: la primera, con la llegada de los Reyes Magos, y el encuentro de Brian con la nave extraterrestre. Meses más tarde, mientras el equipo promociona la película, George Lucas coincide con Terry Gilliam y le pone por las nubes por la excelente realización de esta escena en particular, rodada con cuatro duros y mucho empeño. Como no puede ser de otra manera.
7-Brian: John Cleese quiere ser Brian, pero el equipo no lo ve claro. Graham Chapman parece más adecuado para el papel, pero hay un problema: sus excesos con el alcohol ya han complicado el rodaje de Los caballeros de la mesa cuadrada. Cómo asegurarse de que esta vez no volverá a pasar. Chapman entiende que el papel de Brian puede ser el más importante de su carrera y decide dejar de beber como sea. Esto es, abandonar la bebida en seco, de un día para otro. Las siguientes 48 horas a esta decisión las pasa sumido en un delirium tremens que lo hace polvo, pero Chapman lo consigue, deja el alcohol y se prepara para el papel. Brian será para él una tabla de salvación a sus problemas con la bebida. Cleese admite que nadie como él para el personaje. La recuperación de Chapman, que ha estudiado medicina, es tan completa que se convierte en el médico del rodaje. Y un excelente médico, parece ser.
8-The Bright Side of Life: Los Python son actores, directores, guionistas, ilustradores… y compositores. Y entre todas sus canciones, la más famosa es Always Look on the Bright Side of Life, cantada y silbada a coro en la última escena del film. Eric Idle propone acabar la película con un tema cantado, algo inocente y alegre. La canción, presentada junto a otra llamada Otto, entusiasma al equipo. Al principio, Idle la graba con voz seria y la presenta en el rodaje en Túnez, de nuevo con gran éxito. Pero algo no le satisface, la voz que la canta debería ser la del personaje que interpreta, un pícaro con acento cockney. Los Python se van a una habitación de su hotel, la insonorizan con colchones en las paredes, y la graban otra vez. Ahora han dado en el blanco. La canción es un éxito que se canta en campos de fútbol ingleses y durante la guerra de las Malvinas. Y eso que la escena de la Crucifixión no es nada fácil, entre otras cosas porque John Cleese está muy enfermo y no puede soportar el frío, por eso es el único que aparece vestido.
9-¡Eh! ¿Dónde vais?: Al principio de la película se puede ver a un elevado número de extras marchándose del monte donde se hacen los sermones. La escena no estaba prevista, pero durante el rodaje de la segunda secuencia, las mujeres que están entre la multitud, sin previo aviso, empiezan a marcharse ante las miradas atónitas del equipo. Por mucho trabajo que haya que hacer, lo cierto es que está cayendo el atardecer y ellas tienen que preparar la cena. Por eso al principio de esa misma secuencia vemos a varias personas que caminan hacia el monte: son ellas, que vuelven de hacer la cena. La mayoría de extras, sin embargo, ya ha trabajado en Jesús de Nazaret, de Zefirelli, con lo que tienen una buena idea de lo que es un rodaje e incluso comparan la manera de rodar de los Python con la del director italiano.
10-Brian de Nazaret: Uno de los títulos que plantean para el film es Brian de Nazaret. A Idle, Chapman y Palin les encanta, pero al final se abandona la idea. Los decorados de Jesús de Nazaret, de Zeffirelli, se están usando para el rodaje, al igual que los extras, y es mejor evitar similitudes que lleven a confusiones.
11-Python multitarea: Los seis miembros de Monty Python interpretan en este film hasta 40 personajes, entre principales y de reparto.
12-John Cleese dice: ‘La verdad es que no creo que nadie pueda mofarse de la vida de Jesús, no tiene ningún sentido. El absurdo no tiene que ver con las enseñanzas de los fundadores de la religión, sino con lo que hicieron con ellas los que vinieron después. Siempre me ha sorprendido que la gente no lo pille’. (Extraído del libro Monty Python, la autobiografía, editado por Global Rythm.Estas palabras de John Cleese resumen el enfoque de los Python con este trabajo).
13-George Lazenby IS…: En aquella época, George Lazenby tiene el dudoso honor de ser considerado como el peor James Bond de la historia, además de intérprete de varias películas junto a Bruce Lee. John Cleese quiere que sea él quien interprete a Jesucristo porque la idea le parece muy divertida. El eslogan sería: George Lazenby ES Jesucristo. Los productores contactan con el agente del actor, pero éste tiene su agenda ocupada y no puede participar en el proyecto. Kenneth Colley interpreta a Jesús, y la carrera de Lazenby entra en declive, en especial tras la muerte de Bruce Lee.
14-Cortes en montaje (SPOILERS): Trece minutos de la película son descartados para el montaje final. En estas escenas se puede ver a dos pastores que se pierden la llegada del ángel de la Anunciación porque están discutiendo, a la mujer de Poncio Pilatos y a Judith, que lanza unos pájaros mensajeros para pedir socorro. La mayoría de escenas cortadas se deben a fallos técnicos, pero hay una que causa más contoversia: la que protagoniza Otto, el cabecilla del escuadrón de judíos suicidas. Interpretado por Eric Idle, este personaje tiene un pequeño mostacho y luce una estrella de David que parece una esvástica. Otto habla con acento alemán y tiene ideas propias del nazismo sobre la supremacía racial de los judíos, con lo que la caracterización parece bastante clara. Gilliam es partidario de mantener el personaje, pero el propio Idle no está muy cómodo con la posibilidad. Terry Jones lo acaba descartando, pero no por las connotaciones que tiene sino porque se dan cuenta que su escena rompe el ritmo del film. Si nos fijamos bien, Otto aparece al final, junto al resto de los integrantes del escuadrón que atacan a los romanos y se suicidan frente a Brian.
15-Las reacciones: La primera manifestación la protagonizan mil rabinos en Nueva York. Luego llegan las amenazas de muerte y las prohibiciones en algunas localidades británicas. En Irlanda se prohíbe su exhibición durante ocho años. En Suecia la publicidad la presenta como: ‘Una película tan divertida que ha sido censurada en Noruega’. Pese a ello, también hay representantes de la Iglesia que la defienden. Los canales de televisión BBC e ITV se niegan a emitirla, pero presentan un debate televisado entre John Cleese, Michael Palin, el periodista católico Malcolm Muggeridge y el obispo de Southwark Mervyn Stockwood. Para su sorpresa, los Python se dan cuenta que ellos acuden al programa con sus argumentos mucho mejor estudiados que sus oponentes.
En algunos lugares, el veto al film se mantiene hasta hace poco: en 2008, La vida de Brian se proyecta por primera vez en la ciudad de Torbay, en un festival de cine cómico, tras ganar una votación online. En 2009, la localidad galesa de Aberystwyth la presenta, quizás por primera vez, en una ceremonia. La alcaldesa de este pueblo, por cierto, es Sue Jones-Davies, que interpreta a Judith en la película… Pese a todos los vetos, o quizás gracias a ellos precisamente, La vida de Brian recauda más de diecinueve millones de dólares de la época en los Estados Unidos, convirtiéndose en la película británica más taquillera del año. En Gran Bretaña es la cuarta más taquillera, y su éxito hace que sea el más recordado de todos los films de los Monty Python. Aún harían una más, antes de separarse, emprender carreras en solitario y volverse a juntar, este año pasado, para alegría de sus fans.