juansio
Con un ritmo trepidante, y ciertos toques en la dirección de arte que recuerdan a Mario Bava, se trata de un "giallo" que no innova, pero sí incluye algunas secuencias muy terroríficas, como un asesinato en el que la víctima acaba convirtiéndose en una obra cuasipictórica u otro en el que un grifo abierto y una bañera llena "ayudan" a otra víctima a recuperar el juicio precisamente al intuir que está a punto de morir. En su contra tiene los defectos habituales del subgénero: incongruencias del guion, personajes planos, actores pésimos y explicación del enigma completamente inverosímil.