El documental hay que tomarlo con mucha precaución porque está sesgado en el sentido de la antropomorfización del simio, sobrevalorando sus capacidades lingüísticas, en realidad inexistentes. Como reveló más tarde el investigador principal del experimento, Nim nunca desarrolló un lenguaje humano, ni siquiera en su forma básico, sino que simplemente imitaba. Pero queda un testimonio de cómo no hay que hacer los experimentos psicológicos, poniendo en peligro a personas y a la verdad.
09 marzo 2019