javiercamara
UNA PELICULA INTERESANTE, BIEN DESARROLLADA. ME HA GUSTADO. TIERNA Y AMENA. VALE LA PENA VERLA.
UNA PELICULA INTERESANTE, BIEN DESARROLLADA. ME HA GUSTADO. TIERNA Y AMENA. VALE LA PENA VERLA.
Empieza bien pero el final no se aguanta ni con pinzas.....
Gran actuacion de Paul Rhys
La peli empieza bien (la escena del chico pasando la partitura excitando al interprete es lo mejor de la peli) pero se hace aburridilla a la media hora...Entre otras cosas, para mí fallan los dos protagonistas, sin duda buenos actores, como todos los que intervienen. El chico no es lo suficientemente guapo, aunque está cerca del tipo, es un poco rollizo, tosco. Además, no parece que disfrute besando a ese señor. El pianista famoso resulta inverosimil por su aspecto y es estéticamente muy artificial. Para el que le guste este estilo, estará bien.. a mí me parece una máscara de cosméticos. La peli tiene momentos bonitos, como el final. Falta buena música y un mayor background del pianista, más ambiente. Buen intento, aunque quizá en exceso convencional.
Empieza bien, muy bien. Aguanta bastante, pero al final se hace demasiado pesada. Los dos personajes principales, la madre Juliet Stevenson y el hijo Kevin Bishop están geniales. Saber que él es una gran estrella de la comedia en UK -donde tenía show propio- y en USA -donde coprotagoniza la hilarante One night fun- hacen que destaque aún más su trabajo en esta película. Los dos están geniales. Él llena cada plano.
Si te mola Ventura Pons, es una de las mejores. Si no te va... no te "a -ventures"... Je.
Es que hoy estaba creativo, perdón.
Tiene los elementos necesarios para ser un éxito y cuenta con muchísimos ingredientes, sin embargo la película se presenta con un desarrollo lento, poco dinámico y insulso, con un guión muy flojo porque no desarrolla todo el potencial de los personajes, planos, previsibles y estereotipados. El principal problema es que quiere abarcar muchas cosas, y no lo consigue salvo en la actuación de sus personajes. Un copia y pega de muchos tópicos, donde tanto principio y final confluyen de forma circular, dejando al espectador mas frío que caliente.
El director se ve que copia un poco de Woddy Allen con algunos clichés, y el experimento resulta fallido. . Aun así, y a pesar de lo pretenciosa que resulta, recomiendo verla.
" Food of love tiene ese aspecto inconfundible de película europea adulta que tanto escasea en nuestro cine, pero que es moneda común en cinematografías próximas. No es un gran espectáculo, sino una película de pequeño presupuesto, pero ajustado a las necesidades de la historia, todas las cuales se cubren con creces dando como resultado un acabado brillante. Habla de los sentimientos y no sólo los del protagonista que pasa por un peculiar proceso iniciático, sino también los de los hombres que inciden en esa difícil trayectoriay los de su madre, ignorante primero del secreto de su hijo y perpleja y abrumada después por su descubrimiento. Todas las escenas de este personaje, que introducen un humor fino e inteligente en la película, están muy conseguidas y son especialmente destacables momentos como el hallazgo del calzoncillo del joven en la habitación del hotel del hombre al que ella con un despiste cósmico, pretende seducir, la reunión de madres homosexuales o la bonita escena final en la que por primera vez madre e hijo logran hallar el uno en el otro la comunicación y la ternura. "
" Esta doble historia iniciática, en torno a dos personajes en sí mismo vulgares, crece y se complica en un entramado de celos y traiciones, pero sobre todo de autoaceptación. Ventura Pons, ayudado sin duda por esos actores excepcionales y por un sentido de la puesta en escena y una transparencia narrativa reservada a un reducidísimo grupo de directores de todo el mundo en el que apenas cabe algún otro español, consigue que su historia sea creíble y convincente, en un equilibrio perfecto entre el distanciamiento y la pasión, fórmula sugerente que se tiñe de especial ironía en la parte del relato que transcurre en Barcelona, momento en el que Ventura Pons se muestra capaz de adoptar la mirada tópica del turista y superponer la del profundo conocedor de la belleza y el espíritu de la ciudad en que nació. Este cineasta singular, logra hacer perfectamente suyo un relato ajeno, satisfacerse a sí mismo, como creador y seguramente como individuo, respetando y estimulando la inteligencia del espectador. "
— Alberto Bermejo de El Mundo