Una de las cumbres del neorrealismo, sin lugar a dudas, situada en la etapa más militante del director (creo que llegó a engrosar el partido comunista italiano) más en la línea estilística del Rossellini de "Paisa" o "Alemania, año 0", que del neorrealismo poético de De Sica ("Milagro en Milán") o de Fellini ("La Strada"), incluso, en los rostros, en la sordidez de la historia podría haber una anticipación del "Accattone" de Pasolini. En la antípodas de lo que fue su sofisticado cine posterior. Se trata de un documento de cine social y antropológico, con una desnudez y una verdad que conmueven. Maravillosos los planos de las mujeres de negro sobre las rocas esperando bajo la tempestad a sus hombres, o esas escenas en las que Ntoni (enorme actuación), persigue a su amada Nedda, perdiéndose en las cuestas (me recuerda al Kiarostami de "A través de los olivos", también los candorosos diálogos de Mara y Nicola). Cine intemporal, una fuente de sabiduría para jóvenes generaciones.
05 mayo 2018