
Bastante bien, un poco predecible pero merece la pena verla. (Esto no lo he escrito yo).
Bastante bien, un poco predecible pero merece la pena verla. (Esto no lo he escrito yo).
Vincent Lindon gran actuación, un film que refleja desde la sencillez y sin dramatismo una realidad desgarradora
La falta de pretensión de esta película es lo que la hace grande. No se trata de conmover al espectador (a pesar de ser esta una de las consecuencias de su visionado), ni de regodearse en la desgracia ajena, ni de dar lecciones. El objetivo es muy simple: mostrar, a través de los ojos de un personaje protagonista, la realidad de millones de personas hoy en día. Durante 91 minutos, somos capaces de ponernos en la piel de alguien en cuya circunstancia cualquiera podría verse en algún momento de su vida. Un ejercicio de empatía tan duro como necesario, con una brutal actuación de Lindon.
Gran película que conmueve por su realismo.
El actor principal hace un papel increíble.
vale bien, guay
La película plantea un visión sensible y reflexiva sobre la realidad del mundo laboral, sin embargo muchas acentos de la trama están dados por agentes externos, como la condición del hijo o lo que sucede con la compañera del trabajo (sin spoiler), lo que quita la posibilidad de recargar un poco más el drama en el personaje principal, de una forma más íntima, conocer mejor sus dilemas y su forma de afrontarlos.
situación social ..... tétrica.... no hay futuro.....
trabajo mala calidad ..... salarios de chino...
Es lo que hay......
PELICULÓN. Magníficas interpretaciones y un guión que refleja la realidad de nuestro entorno.
Muestra la realidad, que ya no muestran los medios, de aquellos que perdieron su trabajo tras trabajar muchos años, algunos con hijos con necesidades económicas, hipotecas por pagar. Unos pocos vuelven a trabajar con salarios inferiores en puestos no acordes con su perfil. Otros intentan aprovecharse cuando van a vender algo o necesitan un préstamo. Es la vida de muchos en todo el mundo.
madre mía...es un retrato tan realista de la vida que pesa a veces,de la losa en la cabeza que supone para muchos vivir...sin grandes dramas,es un drama en si mismo...como la vida. Está tan bien hecha que duele verla. Chapeau.
Conmovedora a la vez que realista. Un retrato acertado e impactante del panorama socio laboral de nuestro tiempo.
Una sencillez desarmante.
Muy merecido el premio mejor actor: interpretación impresionante
Esta película empieza muy bien, y después flojea un poco. Pero los últimos 15 o 20 minutos son impresionantes. No hace falta imaginar situaciones muy espectaculares para mostrar la dureza de un sistema económico que deshumaniza y humilla a la gente. Y el actor está IMPRESIONANTE. En su cara ves venir el desenlace de la película desde el primer momento: esa justa amargura, esa indignación contenida todo el tiempo.
Merecida critica al capitalismo imperante.
Floja para lo que te esperas leyendo las sinopsis. No ocurre nada destacable la película es un páramo de interés
"La cámara se maneja a distancia de los personajes sin juzgarlos ni conducir la mirada del espectador. (...) es en ese espacio de reflexión antes y después, desde dentro y desde fuera, donde el drama cobra sentido y la película, importancia."
— Luis Martínez de El Mundo
"El director arriesga con la sistemática, porque las escenas se eternizan, y no es una crítica sino una virtud, pasando del tedio a la angustia, y de la angustia a la ruina del corazón. 'La ley del mercado' exige un esfuerzo, pero a cambio ofrece compensaciones."
— Javier Ocaña de El País
"A veritable master class in understated humanism. "
— Scott Foundas de Variety