

PacoFormol
Me ha parecido muy invernal y triste, contando aquella barbarie de forma periférica y fría pero que te va calando, no sobra ni medio minuto.
Me ha parecido muy invernal y triste, contando aquella barbarie de forma periférica y fría pero que te va calando, no sobra ni medio minuto.
No necesitas un guión saturado de ocurrencias o de grandes réplicas si ya tienes esos paisajes, esos cuerpos, esas caras, esos gestos, esos objetos, o si ya tienes una historia anecdótica que contar al final, la historia de los dos hermanos que combatieron juntos, la del árbol que creció desde los bolsillos de uno de ellos, o si eres capaz de hacer que lo más terrible no se vea. Pura poesía. Sigo pensando lo de siempre. Algunos realizadores del este de Europa hacen películas de una autoridad moral incomparable, como en este caso. Se agradece.
El duro e íntimo silencio de la guerra. Muy recomendable.
Profunda i devastadora.
Vale, sí, angustiosa sin mostrar nada, la desesperanza y el horror están sin verlos, pero es demasiado larga y minimalista.
Less is more. Mucho talento por aqui.
Enorme cineasta, Glavonic. Y sobrecogedora y magistral la película. Muy vinculada a su prodigio documental Depth Two.
"Para mí, rodar este filme fue un acto de rebelión, un gesto antifascista. (...) Mi filme no solo aborda la hipocresía del régimen nacionalista involucrado en la organización de crímenes fascistas, sino también la de aquellos que bombardearon el país y escondieron sus políticas imperialistas entre proclamas humanitarias. (...) Desgraciadamente, en mi país existe ahora una mayoría de personas que acaban usando los ataques aéreos como justificación de los crímenes que los precedieron o que se cometían simultáneamente a estos. (...) Las élites partidistas e intelectuales de Serbia representan, desde finales de los años 80, la vanguardia de las políticas de la posverdad. Y mi generación ha crecido en esta atmósfera. Creo que la devaluación constante de la lógica y de la verdad incrementa el número de personas que quiere vivir en una mentira".
No está mal. Una vez más queda demostrado que no hace falta hablar de la guerra para verla y sentirla.
Un magnífico relato de una guerra que apenas se ve pero se vive.
Una dura y austera película que va dejando mensajes allá donde pasa
8.5
"Opta por privilegiar la experiencia subjetiva de su protagonista, Sustentada sobre largos planos en continuidad, con frecuentes y eficaces apelaciones al fuera de campo y un prudente recurso a la metáfora."
— Jordi Costa de El País
"Austeridad máxima para relatar desde dentro la barbarie. No sobra ni un plano. Un filme magnífico. "
— Quim Casas de El Periódico
"Sutil, con gran manejo del fuera de campo. Lejos de la reivindicación nacionalista, pero desde una profunda tristeza justificada, el recorrido de Vlada va dejando apuntes de historias cercenadas. "
— Carlos Marañón de Cinemanía