Crónica Las Palmas 2017: "Pariente" violencia y rancheras

Autor: Álvaro Augusto

Si hace unos días podíamos ver dentro de la Sección Oficial del Festival Internacional de Cine de La Palmas de Gran Canaria el debut como cineasta de Wang Xuebo, en esta ocasión hemos podido apreciar el prometedor talento del colombiano Iván D. Gaona. Su primera incursión en el largometraje, "Parientes", es un western dramático tan deudor de Sam Peckinpah o de Sergio Leone como de las historias de Guillermo Arriaga o las áridas novelas de Cormac McCarthy. El film consigue que el público contenga el aliento y respire su insana y opresiva atmósfera, por la que turbios personajes deambulan dejándose llevar por sus deseos o sus necesidades, con la desmovilización de los paramilitares de telón de fondo y la ranchera como única banda sonora posible.

¿De qué va?

Wellington vive esperando recuperar el amor de su vida, Mariana, pero ésta se va a casar con su primo René, quien, ante la falta de recursos para la boda, no dudará en agenciárselos robando. Mientras, una serie de asesinatos violentos en la provincia hará que Wellington acabe siendo perseguido por un grupo de paramilitares que estaban, supuestamente, siendo desmantelados. La situación alcanzará tal grado que supondrá una amenaza para Mariana y su nueva familia.

¿Quién está detrás?

Como hemos mencionado antes, esta brillante historia de suspense y violencia viene firmada -y filmada- por Iván D. Gaona, que a sus 34 años debuta dentro del largometraje, pero que tenía ya a sus espaldas una dilatada carrera como cortometrajista. De hechos, sus dos últimos cortometrajes, "Completo" y, sobre todo, "El forastero" , sobre un hostelero que a petición de un compañero acoge en su restaurante a un enigmático extranjero justo cuando en la zona comienzan a producirse una serie de asesinatos, tienen una estética, una atmósfera, un ritmo y un tono cercanos al de "Parientes". Dos trabajos que ya allanaban el camino para su primera película.

¿Quién sale?

La mayoría de los intérpretes que trabajaron en esta película o no eran profesionale o tenían una más bien breve y escueta carrera dentro de la industria del cine (como es el caso de Alonso López, que había participado en films como "La hija del Puma" o en el mediotraje "Pastaza"). Una curiosidad es que los nombres de los personajes corresponden, en su mayoría, a los nombres reales de los actores. No sabemos si por facilitar el proceso de memorización, por dotar a la historia de mayor verosimilitud y veracidad o por ambas cosas a la vez. Así, el ya mencionado Alonso López es acompañado en pantalla por Willington Duarte, René Calderón, Heriberto Palacio o Suetonio Hernández.

¿Qué es?

Un western crepuscular que bebe directamente de Sam Peckinpah Sergio Leone, con una clara influencia de la literatura de Cormac McCarthy y ciertos toques de melodrama.

¿Qué ofrece?

Una historia de suspense, una de venganza, un (imposible) romance, un retrato de la idiosincrasia y de la historia colombiana. "Pariente" es muchas cosas pero, sobre todas ellas, es un brillante western que combina la violencia más cruda con el sentimentalismo más descarnado. Al fin y al cabo, como pronuncia el objeto de deseo del protagonista, "es un privilegio morir de amor". Y el amor y la muerte (no necesariamente unidas) serán una constante durante las dos horas que dura el film. Durante ese tiempo, lo que más le interesa a Gaona es contar la odisea y aventura de sus personajes, poner énfasis en el estudio de sus personalidades y acciones, enfrentarlos a situaciones límite y ver como reaccionan, crear una atmósfera densa, sucia, inquietante y violenta. Y lo hace con la pericia del mejor de los artesanos, del que sabe que no son necesarios grandes discursos ni pomposos recursos, que nada es más arduo que contar bien un relato. Pero esto no quita que la película no trascienda la mera narración, porque aquí nos enfrentamos a la, tal vez, mejor radiografía que se haya hecho recientemente de la historia y los traumas de Colombia. La violencia intrínseca de su cultura, sus turbulencias y miedos, su vida rural y su peliagudo y complejo problema con los grupos paramilitares que se prodigaron por el país sembrando el terror durante décadas, quedan al desnudo, visibles y patentes, tan dolorosos como escalofriantes, en este duro y afanoso film. Un oscuro fantasma, un trauma, un horror que podría resumirse en la frase que espeta otro de los personajes del film ." yo sólo quiero vivir tranquilo". Sin mencionar la impresionante lección que ofrece el film sobre la música, constante leitmotiv de la película. Aquí todo es violencia, pero recuerden, también existe el amor. Y no hay mayor privilegio que morir por él.


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