
La película refleja magníficamente las difíciles decisiones que tuvo que tomar Kennedy durante la crisis de los misiles, y las presiones a las que se vio sometido.
Al menos desde el punto de vista de la Casa Blanca, su percepción en ese momento era que había un arma apuntándoles y que podía ser disparada en cualquier momento. Ante eso, la disyuntiva era: ¿intentamos negociar, y nos arriesgamos a ser atacados mientras hablamos, o disparamos primero para cubrirnos?
Es este ambiente de tensión el que muestra la película: cómo, en momentos así, la mútua desconfianza puede llevar muy fácilmente a un estallido del que ya no haya vuelta atrás.
En la película "Tempestad sobre Washington", el senador que representa la línea dura pregunta al aspirante a Secretario de Estado si, llegado el caso, recomendaría un ataque preventivo contra la Unión Soviética. Allí es una pregunta hipotética, pero es justo la situación que se da en "Trece días" y la decisión que tuvo que tomar Kennedy.