Un buen producto que mucho tiene que decir sobre el prejuicio contra el otro.

Sobre la película
País Vasco, 1843. Tras haber luchado en la Primera Guerra Carlista, Martín vuelve a su caserío familiar en Gipuzkoa y allí descubre con sorpresa que su hermano menor, Joaquín, es mucho más alto de lo normal. Convencido de que todo el mundo querrá pagar por ver al hombre más grande sobre la Tierra, ambos hermanos se embarcan en un largo viaje por Europa en el que la ambición, el dinero y la fama cambiarán para siempre el destino de la familia.
Dirección y reparto
- Dirección:
- Jon Garaño, Aitor Arregui
Premios y nominaciones
Títulos similares
no li trobo la gracia, un toston gegant
Nazaret Escobedo
Una historia diferente la de esta película de fotografía, ambientación y efectos especiales maravillosos.
Una historia extraordinaria, en el sentido literal, contada con las reglas de narración clásicas (así debía ser ya que transcurre en el siglo XIX). Había que hacerlo muy bien para no fracasar en el intento (muy complejo dar credibilidad y realismo al gigante) pero está tan bien hecha técnicamente que la película no hace más que crecer, tanto como su protagonista.
Magnífica película, de una factura exquisita, hermosa y una fotografía prodigiosa, tanto en interiores como en exteriores.Creo que junto a "El abuelo" es la película española con mejor factura de los últimos tiempos. La recreación histórica es fabulosa (la escena de la lucha cuerpo a cuerpo entre carlistas e isabelinos es brutal), y por supuesto el guión, o las historias que se condensan en el mismo. Aunque la esencia es la relación indisoluble de dos hermanos, uno de ellos, Joaquín, aquejado de gigantismo. Las interpretaciones (enorme Ramón Aguirre como padre) son memorables (solo un pero, el actor que interpreta a Martín me parece flojo). En las escenas rurales, del caserío, podemos acordarnos de Médem, Armendaritz y hasta de Erice. En suma, una película tan universal como local, contada con un tono melancólico que hará que perdure en el tiempo. Me resulta curioso que en su año de producción no fuera seleccionada para los oscar, en lugar de la anodina "Verano del 93."
Un alarde estético y atmosférico, merecía mucho mayor éxito
Poética, conmovedora y exquisitamente interpretada.
Una història curiosa, un pèl lenta però tècnicament molt bona. L'ambientació i la fotografia és de 10.
Preciosa
No resulta inolvidable, pero los aspectos técnicos están muy bien logrados y al final la película consigue lo que pretendía, hacernos partícipe de la suerte del gigante y de su entorno, consiguiendo que nos preocupemos por su historia y acabemos conmovidos. No sé decir si es mejor o peor que -por poner la película que ganó el Goya a la mejor película- "La librería".
Gerard Ditu
Buena trama. Muy buena calidad técnica, comparable a las mejores producciones europeas.

Un ejemplo de bluff. Loreak era mejor Handia. Handia es técnicamente admirable y todo lo demás se queda en mediocre.
Emotiva. Lenta si tienes prisas. Si no, emotiva.
Muy bien filmada y con una fotografía exquisita, pero la historia resulta plana y no acaba de transmitir. Esperaba más la verdad.
Ahora la voy a ver con mis amigos, un saludo Familia!, después os aviso que tál
"Una hermosa y humanista historia, cargada de emoción, que gira entorno a la redención a través de la comprensión, el respeto y el amor, y que nos recuerda que la grandeza siempre se esconde en las pequeñas cosas."
"Película a la vez fantástica, alegórica y profundamente poética (...) Un filme itinerante que pasea a tientas por un espacio misterioso, casi sagrado y que, por momentos, cae enamorado de su propio ritmo sin tiempo."
— Luis Martínez de El Mundo
"Una película deslumbrante que opone tradición y modernidad, realidad y leyenda."
— Oskar Belategui de El Correo
"Rain Man emocional, aunque rozando lo simplista, cuidada al detalle como el ramo de flores que Beñat enviaba a Ane en 'Loreak'."
— Janire Zurbano de Cinemanía
"De exquisito gusto visual, con un formidable aparato formal, la película es bella sin caer en el esteticismo, y recóndita como su figura protagonista"
— Javier Ocaña de El País