Tuve el honor de trabajar como voluntario a su lado en la campaña para la presidencia de la Generalitat, que perdimos por un puñado de votos.
Su sencillez, humor, humanidad y cercanía, te ganaba.
Años antes le conocí en reuniones en defensa de la escuela pública, él como alcalde de Barcelona y yo representante de los colegios del distrito 20 Sant Martí de Provençals.
Todo un honor, el mejor alcalde a mi modesto juicio.
Mi gran respeto para su eterna compañera Diana, a la que también tuve el honor de conocer, compartiendo campaña.