“Such Brave Girls”: Entre “Girls” y “Fleabag”
Filmin estrena el martes 19 de marzo, en exclusiva en España, “Such Brave Girls”, la nueva sitcom británica producida por A24 sobre una familia disfuncional formada por dos hermanas y su madre, donde cada una es más descarada y caótica que la anterior. Se trata de la primera serie creada por Kat Sadler (Reino Unido, 1994), quien además la protagoniza junto a su hermana Lizzie Davidson. Louise Brealey interpreta a la madre de ambas que, juntas, forman un “trío de narcisistas rotas y desesperadas por recibir algo de afecto”, en palabras de Sadler, “sus autoestimas dependen de personas que pasan completamente de ellas”. Para el prestigioso diario The Guardian, es “la serie británica más divertida del año”.
En la primavera de 2020, las hermanas Sadler y Davidson se llamaron para ponerse al día, ambas con noticias horribles. Davidson había acumulado una deuda de 20.000 libras y Sadler iba a ser ingresada en un centro psiquiátrico. “Nos empezamos a reír muchísimo”, cuenta Sadler. “Era terrorífico pero también muy gracioso haber acabado así. Intentábamos tomárnoslo en serio, pero no podíamos dejar de reír”. A lo que Davidson añade: “Siempre encontramos la absurdidad en todo - es nuestra forma de afrontar los problemas”. A raíz de esta llamada, Sadler se puso a escribir el guion de lo que, tres años más tarde, sería la formidable “Such Brave Girls”.
Estos problemas, que suelen tratarse desde el género dramático, aquí son abordados desde la comedia más salvaje: “Aunque los personajes sean ficticios, los traumas de los que hablamos nacen de nuestras realidades, y eso nos da la autoridad de hacer las bromas que hacemos”, añade Sadler, quien interpreta a Josie, una chica nerviosa, indecisa, que empieza a asumir su sexualidad. Su hermana pequeña en la realidad y en la ficción, Billie (Lizzie Davidson), al otro lado del espectro, es agresiva, vanidosa y está enfermizamente obsesionada con su exnovio Nicky.
Sobre las intenciones y pretensiones de la serie, su creadora comenta: “Espero que algunas personas se vean representadas o se sientan menos solas. El mundo es un lugar aterrador y, si puedo hacer que las cosas sean un poco más divertidas, me doy por satisfecha. Lo peor que podemos hacer es no hablar de las cosas que nos dan miedo; así que si puedo romper esas barreras y conseguir que la gente hable de ello, seré feliz. Bueno, feliz no, pero casi”.