Más de 1000 personas de diferentes nacionalidades vivían entre escombros y basura, abarrotados en casuchas de madera y hojalata. No era en las Favelas de Río, tampoco en uno de los suburbios de Bombay. Estaban más cerca, en Italia, concretamente en Turín, y para ser exactos, en el Platz. Hablamos de uno de los barrios de chabolas más grandes de Europa, que prácticamente aglutinaba más de 1000 habitantes a orillas del río Stura. Muchos niños, mujeres y ancianos han vivido durante años en lo que ha pasado a ser un microcosmos prácticamente invisible, excepto en tiempo de campaña electoral. Un No Lugar que en diciembre de 2014, y debido a un ambicioso proyecto de alto impacto social (que en este caso no responde a unas Olimpiadas como es habitual),  resultó ser desmantelado. "Últimos días en el Platz (I Ricordi del Fiume)" nos entrega un relato de los últimos días de la vida en este barrio, entre la angustia y el drama, pero también entre la risa y compartiendo momentos de alegría.

Son palabras, sonidos, programas televisivos, llantos de niños y confesiones susurradas desde la intimidad. El Platz es como un halo de luz que de forma intermitente ilumina una deshumanizada oscuridad. Es, también, un niño que alecciona a un adulto recién salido de prisión, un programa de radio que se dedica a contar cuentos que escucha un anciano mientras hace sus maletas al tiempo que las escavadoras avasallan su hogar. O por que no, la nana que una madre joven canta a su hija con la esperanza de que convierta en dulces sueños la pesadilla que vive en la vida real. Pero lo que ante todo supone la ópera prima de los hermanos Gianluca y Massimiliano De Serio es una mirada estoica que está construida como una colección de memorias, una retención de imágenes, de dignidad, de palabras y gestos que funciona como un acto de resistencia ante la desesperanza con la que a muchos inmigrantes europeos (en este caso rumanos) toca afrontar esta nueva Europa. La nuestra.